Tras 38 años de funcionamiento, la empresa constructora CIAL ubicada en La Araucanía, declaró este lunes su quiebra e informó a sus 1.200 trabajadores que no podrán continuar en sus empleos.
Tras la noticia, el Ministerio de Obras Públicas salió en su defensa, ya que el propietario de la compañía, Alejandro Becker, acusó que, dentro de las razones de la quiebra, el MOP mantiene deudas por trabajos de «al menos 16 obras contratadas», lo que le impide pagar a sus trabajadores y proveedores.
Pero desde el ministerio refutaron esta versión e indicaron que tienen 11 contratos con CIAL por $54.700 millones y que ya han pagado por obra ejecutada $43.170 millones a la fecha.
«Desgraciadamente la empresa ha tenido problemas, en estos momentos está con obligaciones laborales incumplidas, eso a nosotros nos impide seguir avanzando en los pagos, y sus problemas financieros han determinado la petición de quiebra», dijo el ministro de la cartera, Juan Andrés Fontaine.
Además, el MOP añadió que los montos pendientes son por falta de ejecución de obras, decretos presupuestarios en proceso, reclamaciones a la Contraloría o liquidaciones que no están resueltas.
«Respecto del futuro de esas obras, obliga a liquidar los contratos correspondientes y relicitarlos, de manera que las obras no se van a abandonar, sólo el avance se interrumpe si se procede a una relicitación de esos contratos, para que los tome otro contratista», aseguró el secretario de Estado.
Y para concluir, desde la cartera enfatizaron que sólo pagarán lo que falta si la firma cancela las cotizaciones previsionales de sus trabajadores. (Emol)
