Cristián Monckeberg, presidente de RN, lideró ayer el consejo nacional del partido que, pese a que tuvo focos considerados «más administrativos», los dirigentes coincidieron en fortalecer el rol opositor. En esta entrevista, profundiza sobre la situación de La Moneda y fija lineamientos para Chile Vamos.
-¿Cómo el consejo político de Chile Vamos puede ser determinante para un buen desempeño en las municipales de octubre?
-Debemos consolidar esta coalición que es inédita y ese rol debe cumplirlo el consejo. Hay que dar al país una esperanza de un buen gobierno, de certeza y de sentido común; que vuelva a encantar a la gente. Y lo segundo es la urgencia de la municipal, donde nadie se puede restar.
-¿Qué ejes debe promover Chile Vamos de cara a las próximas elecciones municipales?
-Hago propio el argumento de Andrés Allamand de transformar la municipal en un plebiscito de la gestión del Gobierno. A eso le agrego que la coalición sea capaz este año de aterrizar tres ejes. Primero, rechazar los abusos, vengan de donde vengan. Segundo, promover una paz social, planteada por Alberto Espina, entendiendo su compatibilidad entre el combate a la delincuencia y el respeto individual. Tercero, construir un discurso de superación de la pobreza, demostrando su compatibilidad con la activación económica. Así, Chile Vamos va a empezar a ser identificado. En la elección de 2010, la gente votó por estar cansada de la Concertación más que por nuestras ideas. Hoy, como el voto es voluntario, tenemos que lograr que la gente cansada de la Nueva Mayoría vaya a votar convencida de que nuestras ideas son las mejores.
-Eso implica un despliegue territorial más proactivo.
-No es posible una coalición exitosa si no están todos disponibles para trabajar. Hoy solo recorren Chile un par de parlamentarios y las directivas. Las elecciones se ganan transpirando, convenciendo a la gente y no por políticas vía WhatsApp.
-Se ha dicho que tener tantos liderazgos presidenciales puede generar un desangramiento al interior del bloque. ¿Cómo se evita ese escenario?
-Esconder esos liderazgos no es una buena receta. Hoy existen y hay que estrujarlos al máximo. El que mejor lo haga en la campaña municipal va a llevar las de ganar para ser el candidato único del bloque. El desangramiento se evita entendiendo que hay que recuperar el gobierno y sabiendo que la única forma de lograrlo es con disciplina.
-Se ha criticado que Chile Vamos no ha ejercido su rol opositor frente a un gobierno mal evaluado. ¿Lo comparte?
-Hemos tenido un déficit opositor y muchas veces la oposición la ha hecho el propio Gobierno; eso hay que remediarlo. En el Parlamento tenemos que construir un rol fiscalizador más estricto y directo, eso nos falta. Es imposible recuperar el gobierno si no tenemos una oposición como en la primera administración de Michelle Bachelet. Tenemos que convencernos de que el fracaso del Gobierno es la puerta de entrada para recuperarlo.
-En La Moneda han planteado que, una vez que se perciban los beneficios de las reformas, la Presidenta mejorará su apoyo.
-Ese es el sueño del pibe, porque las reformas son tan malas y su implementación tan desastrosa, que veo muy difícil que la gente cambie su opinión por un beneficio más o por uno menos.
-Pese a ello, se insiste en que la verdadera oposición es la DC.
-La DC intenta imponer moderación y sentido común, pero la están sacando a patadas de la Nueva Mayoría. Mi sugerencia es el camino propio, porque como está inspirada la Nueva Mayoría, poco y nada tiene que hacer ahí.
-Allamand ha planteado emular el camino de Cambiemos en Argentina, abriendo puertas a otros actores.
-Estamos siempre disponibles y con los brazos abiertos para nuevas coaliciones.
-¿Y Amplitud y Ciudadanos?
-Chile Vamos está pensada para que se integren todos los que no se sientan cómodos en la Nueva Mayoría.
-Frente a las elecciones internas de mayo, han surgido voces críticas a su gestión. Usted ha dicho que se va a repostular. ¿Lo va a hacer con la misma directiva?
-Vamos a conversar con todos los miembros de la mesa, y elegiremos un buen equipo que pueda dirigir a RN por los próximos dos años, donde estén representados todos los estamentos. RN es un partido unido, fuerte, pero también es un apoyo para una coalición que sea opción de gobierno.
