Los últimos días de Trump-Hernán Felipe Errázuriz

Los últimos días de Trump-Hernán Felipe Errázuriz

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Donald Trump es un mal perdedor, no hay duda. Se le vienen otras pérdidas en los próximos días. La incógnita es si las superará y mantendrá el liderazgo de la oposición para repostular en 2024. Decisivo en su futuro será el desempeño del gobierno de Biden en los siguientes tres años.

Por ahora, probablemente hasta su muerte, Trump continuará negando su derrota, sin reconocer el triunfo de Joe Biden, insistiendo en un fraude masivo inexistente para deslegitimar el mandato de su sucesor.

Derrotado en las urnas, Trump apoya sabotear la sesión del Congreso pleno el miércoles próximo. Entonces se certificarán los resultados del Colegio Electoral, con 306 electores de Joe Biden y solo 232 a su favor. Para este cometido cuenta con un puñado de parlamentarios que impugnarán los estrechos resultados de la elección presidencial en algunos estados. La inútil maniobra está destinada al fracaso, pues apenas prolongará por unas horas la ratificación de Joe Biden como Presidente Electo de los Estados Unidos hasta su inauguración el 20 de enero.

En las últimas semanas el Presidente ha interpuesto múltiples obstáculos a las leyes del nuevo paquete de ayuda de emergencia por la pandemia y al presupuesto de Defensa. Ha recibido acusaciones por la falta de cooperación de sus designados políticos en la entrega de información a los altos funcionarios de la nueva administración. Se ha puesto en riesgo la continuidad de los servicios y la seguridad de la nación. Escandalosos son los indultos a parientes, amigos, consejeros y dirigentes políticos partidarios, condenados o procesados, algunos en prisión, por obstrucción a la justicia, fraudes de distinta categoría y graves crímenes. Hasta se ha planteado la posibilidad de que se otorgue un indulto a su favor para evitar los numerosos juicios que lo esperan.

Los últimos días de Trump en el poder, además de tormentosos, le podrían producir otra derrota política trascendental: la pérdida del control del Senado por los republicanos, ya en minoría en la Cámara de Representantes. El martes próximo se celebra la elección de dos senadores en el estado de Georgia. De producirse el triunfo demócrata, anticipado por el grueso de las encuestas, el Senado quedaría repartido por mitades entre los partidos, con 50 senadores para cada uno. En tal caso el voto decisorio correspondería a la vicepresidenta, Kamala Harris, facilitando los nombramientos y la agenda legislativa del Presidente Biden.

Que el Donald de interés vuelva a ser el pato de las caricaturas de Disney, en vez de un Donald Trump empoderado, decidido a volver a postular a la presidencia en 2024, no lo sabremos hasta algunos meses, definitivamente en los próximos tres años. Por ahora sigue teniendo un significativo poder para financiar su partido, mantiene una sólida y leal base electoral, no aparece otro líder entre los republicanos, y de aparecer alguno, podría dividirlos. (El Mercurio)

Hernán Felipe Errázuriz

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