Luego de meses de indefiniciones, búsqueda de acuerdos infructuosos y algunos destellos de unidad, los distintos bloques y partidos de la oposición finalmente ingresaron al debate presidencial con miras a las elecciones de noviembre de 2021, justo cuando esta semana se inicia la campaña de cara al Plebiscito constitucional.
Y si bien el proceso constituyente pudo representar un punto de inflexión para intentar cohesionar a las fuerzas de centroizquierda, en donde concordaron una incipiente cooperación, en los últimos días dicho propósito se ha visto afectado tras la decisión del Frente Amplio (FA) de poner un abanderado propio en la carrera hacia La Moneda.
Dicha determinación, que buscaría reposicionar a la periodista Beatriz Sánchez, se lee como una respuesta ante la consolidación del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), como la principal opositora en distintas encuestas.
Asimismo, aplicó una presión extra para los partidos de la ex Concertación, que aún no tienen nombres en competencia. No obstante, y pese a la delantera que ha tomado Jadue, el escenario está abierto para cualquiera de los sectores, ya que hasta ahora ningún nombre supera el 15% de apoyo.
Ni siquiera en Chile Vamos, donde quien lleva la delantera, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI), ha visto una merma en su aprobación desde el 18-O.
En ese contexto, cabe preguntarse cómo llega cada una de las distintas opciones al inicio de la carrera de acuerdo con los últimos sondeos y revisar la situación particular de cada bloque. En este punto, mientras algunos ya están posicionados de alguna forma, hay otros en que aún están en plena búsqueda.
POTENCIAR A LA «BEA»
Después de pasar meses siendo considerada como la política con más futuro de la centroizquierda, la ex candidata presidencial del FA comenzó un lento declive en las encuestas hasta ceder su puesto ante Jadue. De hecho, desde el inicio de la crisis social la distancia entre ambos era de 5 puntos, diferencia que ahora favorece al edil.
Según la última encuesta Criteria, Sánchez marcó un 6% versus un 12% del hombre del PC, cifras que en el bloque explican por el rol secundario que ha jugado la ex abanderada desde que perdió en primera vuelta en 2017.
De hecho, desde ese hito, dedicó sus esfuerzos a su fundación Saberes Comunes, sin incidir en la contingencia. Por ello, los partidos la ubicaron como vocera del comando «Que Chile Decida», con miras a recuperar terreno.
No obstante, en los últimos meses, debido al bajo perfil de Sánchez, también fueron surgiendo otros nombres, como el del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien lideró la lista de los políticos mejor evaluados en la última CEP.
JADUE LIDERANDO Y ME-O EN ESPERA
Fue el 17 de julio pasado cuando el alcalde de Recoleta manifestó por primera vez que estaba «absolutamente disponible» a una candidatura presidencial. Sus palabras motivaron el respaldo del comité central del PC a su eventual carrera y coincidieron después con un 12% en las encuestas, que lo dejaron en un empate en el primer lugar con Lavín.
El estallido social impulsó su figura al tope de los sondeos, pero el camino a la papeleta aún está lejano. Ello, debido a que primero tendrá que dirimir su opción con la de los otros partidos de su bloque, la Unidad para el Cambio, donde hay otras figuras con aspiraciones u opciones, como la humanista Pamela Jiles o Marco Enríquez Ominami.
De hecho, el ex candidato presidencial del PRO en tres oportunidades ha estado trabajando silenciosamente por la unidad de la oposición y su colectividad junto al FRVS esperan realizar una primaria amplia de toda la centroizquierda. Por ahora, marca 2%, pero aún no descarta una cuarta aventura presidencial.
INDEFINICIÓN EN LA CONVERGENCIA PROGRESISTA
El sector que tiene la mano más complicada es el de la socialdemocracia, dado que hasta ahora no poseen ninguna carta que genere adhesión ciudadana suficiente en las encuestas. Además, los anuncios de Jadue y el del FA aceleran aún más los tiempos para que tomen una definición.
En ese contexto, desde el PS ha surgido cierto consenso detrás del senador Carlos Montes, pero el parlamentario ha dicho en distintas oportunidades que no está disponible para competir. No obstante, en el partido confían en convencerlo una vez que pase el Plebiscito.
En tanto, en el PPD hay dos nombres que han aparecido en sondeos y tienen cierta base: Su presidente, Heraldo Muñoz, y el ex ministro Francisco Vidal, pero ninguno ha explicitado su opción. En tanto, desde el PR, han mencionado la intención de su líder, Carlos Maldonado, pero siempre pensando en una primaria del sector.
SEPTIEMBRE, MES CLAVE DE LA DC
El 26 de septiembre, durante la junta nacional del partido, la DC espera definir el mecanismo y la fecha para escoger a su candidato, algo que determinaron la semana pasada tras recibir acuso de los últimos movimientos en la oposición. En el partido, creen que la polarización de la carrera entre Jadue y Lavín, les abre una oportunidad.
Hasta ahora, son varios los nombres que han surgido, pero ninguno ha aparecido en encuestas. Uno de ellos es el de la senadora Ximena Rincón, quien ya explicitó su disposición a competir; otro es el de su compañero de bancada, Francisco Huenchumilla, quien ayer recibió el respaldo regional del partido en La Araucanía.
Otras figuras que han sido mencionadas son la ex candidata Carolina Goic y Carmen Frei, pero no pasan más allá de eso. Lo que si tienen claro es que no repetirán la experiencia del camino propio de 2017 y están abiertos a una primaria de la oposición al menos con las colectividades con las que compartieron coalición en la Concertación.
ANÁLISIS DE LOS EXPERTOS
En medio de este escenario, el cientista político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, destacó que «el FA acaba de notificar al resto de la centroizquierda más tradicional, que la unidad conseguida para votar el proyecto del 10%, fue sólo eso, y que no hay espacio para armar un bloque común de cara a las presidenciales».
«Esto constituye una muy buena noticia tanto para el Gobierno como para el Chile Vamos. Tempranamente, la derecha sabe que la izquierda irá fracturada en la presidencial. Esto va a reactivar a la antigua Concertación, pues ya se dibuja un escenario de una coalición entre el FA y el PC”, añadió.
Asimismo, advirtió que ello «obliga a la DC, PS, PPD y PRSD a construir una coalición a la brevedad. Esa antigua Concertación entrará en una espiral de desesperación pues no tiene una sola figura competitiva, y al mismo tiempo sabe que, dadas las condiciones, tendrá que ceder ante el FA y el PC en una eventual segunda vuelta».
«Esto trae un serio dilema para sus candidatos. Correrse a la izquierda sería la peor estrategia, pues los votantes siempre preferirán el original a la copia. Si hay un candidato de izquierda genuino y el de la Concertación compite por ese espacio, no sólo será derrotado, sino que además dejará libre el centro para Lavín», dijo.
Finalmente, comentó que «el FA y el PC, si son inteligentes y estratégicos, debiesen notificar que están dispuestos a una primaria entre ellos, haciendo ver que ya hay una coalición de izquierda instalada. Con eso, el PC marcará posición y cerrará la puerta a cualquier acuerdo que vaya desde la DC hacia la izquierda».
En tanto, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, destacó que «el ciclo electoral que arranca en los hechos con el plebiscito del 25 de octubre está llevando a los partidos a posicionar nombre y liderazgos con vista a las elecciones presidenciales de 2021».
«Hay varios incentivos: visibilidad, capitalización del triunfo del Apruebo y especialmente el de llenar el vacío de liderazgo en la oposición. La movida del FA alertó a sus socios de la ex NM y del PC, dado que la apuesta de la ex NM es que el candidato/a surja de una primaria amplia de quienes hoy forman la oposición», indicó.
En ese contexto, el experto manifestó que «el FA y el PC, por otro lado, prefieren llegar con un candidato que les permita perfilarse. Saben que en una primaria los partidos de la ex NM pueden tener más capacidad de movilizar sus militantes y con eso imponer un candidato del mundo PS-PPD-PR».
«A su turno, la DC probablemente no esté dispuesta a una candidatura en solitario y estén más disponibles ahora a negociar esa opción por espacios para competir en el Congreso. Por último, el PC, fiel a su estrategia de potenciar su lista parlamentaria, pondrá un candidato propio, que siempre tendrá un techo electoral», concluyó. (Emol)
