Evelyn Matthei anunció su intención de ir a la primaria presidencial. Frente a ello la UDI anunció que ellos decidirán quién será su candidato a la primaria. Dejando de lado el hecho de que bajarían a una mujer y que sería una decisión de unos pocos, están las siguientes consideraciones.
En Chile vota uno de cada dos chilenos, entre otras cosas porque las “opciones” que tienen en las elecciones no les parecen atractivas. El chileno quiere más pluralidad. Chile necesita elecciones donde la “selección” del candidato la haga el pueblo soberano, no un grupo de personas en un partido. Se necesita que se re-legitime la democracia, se “re-ponga” la legitimidad de la “re-presentación”; para ello hay que hacer competir a los distintos actores y que gane el que más apoyo tenga. No hay que suponer que las encuestas pueden decir cuánto apoyo tienen. El mecanismo de las primarias es para eso, para que el pueblo tenga más opciones. Primero elige un candidato de cada grupo y luego estos compiten entre sí.
Reducir las opciones solo merma la representación, retarda la recuperación de la legitimidad de la política, y daña la participación electoral.
Evelyn Matthei y Joaquín Lavín pueden pertenecer a un mismo partido, pero de este lado del mostrador sus propuestas se ven diametralmente distintas. Es importante para Chile y para la derecha saber cuál de las dos prefieren los chilenos. No está en el poder de un partido decidirlo. Ya es tarde para eso.
En la última elección en Perú, 16 partidos dejaron de existir porque el pueblo no votó por ellos. Los partidos tienen que entender que los tiempos han cambiado y que han perdido poder, se han deslegitimado. Ahora es el pueblo el que está llamado a decidir.
La UDI no solo se estaría disparando en el pie, sino también contribuyendo a mermar la legitimidad que les queda a los partidos. La tarea de la política no es limitar las opciones, sino interpretar las demandas del pueblo y representarlas. No es culpa de los electores, sino de los actores políticos el que no sepan presentar opciones que tengan apoyo mayoritario. No pueden suplir esa deficiencia haciendo atajos como reducir las opciones por secretaría. Eso es lo que mata la política. (El Mercurio Cartas)
Marta Lagos
