En la actualidad, los trabajadores por cuenta propia en Chile se encuentran en los niveles más altos desde que se comenzó a aplicar la nueva Encuesta Nacional de Empleo, en 2010. El año pasado marcaron un peak en el trimestre agosto-octubre, casi llegando a las 1,8 millones de personas.
Para los expertos el empleo independiente ha sido el principal elemento que ha impedido que se dispare la tasa de desempleo, en el escenario de menor crecimiento que experimenta el país. Sin embargo, este tipo de labor es asociada con un trabajo más precario, con un sueldo que no es fijo y ausencia de cotizaciones previsionales y de salud.
Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) confirma esta teoría, ya que reveló que quienes integran el decil de menores ingresos (decil 1) son principalmente trabajadores por cuenta propia, alcanzando el 60,5% de los ocupados del citado segmento, donde el ingreso medio mensual es de $ 42.490.
Las otras labores que realiza este segmento es trabajo asalariado (20,1%), empleo con familiares no remunerado (12,5%) y servicio doméstico (5,9%). Solo el 1% de los ocupados con menores ingresos es empleador.
Y a mayores ingresos, menor es la proporción de ocupados que trabaja de manera independiente: en los ingresos medios (decil 5) llegan al 17,8% del total, mientras que en el decil 10 -donde el ingreso medio es de $ 1.900.947- solo el 7,6% del total trabaja por cuenta propia.
En estos dos segmentos la principal labor desarrollada es el trabajo asalariado, con 74,7% en el decil 5 y 77,9% en el decil más rico.
Otro postulado que se verifica es que a mayor educación, mayores ingresos. De acuerdo al reporte, el 85,2% del decil más rico alcanzó la educación superior, mientras que en el grupo medio el porcentaje baja a 23,3% y en el caso de los más pobres llega a 18,2%.
AVANCE DE SALARIOS
El reporte del INE también concluyó que en los últimos seis años, los ingresos de la ocupación principal de los trabajadores han crecido de manera gradual, con una media que subió de $ 430.540 en 2010 a $ 505.477 en 2015.
Sin embargo, el reporte indica que el 50% de los ocupados gana $ 340.000 o menos y de esta proporción el 54,6% trabaja 45 o más horas a la semana. En tanto, el 10,2% del total de ocupados del país ganó menos de $ 100 mil.
El 69% de los trabajadores no alcanzó a percibir ingresos de $ 500.000 en 2015, es decir, casi el 70% de los ocupados ganó menos de la media.
En contraposición solo el 3,3% de los trabajadores percibió más de $ 2 millones en 2015, cifra que aumentó 0,7 puntos porcentuales respecto al año previo, mientras que 1,4% recibió $ 3 millones.
HOGARES MÁS RICOS GANAN 11,2 VECES MÁS QUE LOS MÁS POBRES
Si bien la desigualdad en términos de ingresos ha disminuido en el país en los últimos años, aún la diferencia entre los hogares más pobres y los más ricos es notoria. Por ejemplo, el índice 10/10 -que mide los extremos superiores e inferiores de la distribución del ingreso- muestra que la participación en el ingreso del decil más rico con respecto al más pobre pasó de ser 19,1 veces más grande en 2010 a 15,7 veces en 2015.
Al tomar el ingreso monetario que incluye las entradas por trabajo, además de las autónomas provenientes de otras fuentes y transferencias, se obtiene una trayectoria similar, con una mejora de 14,5% para el índice 10/10, tras disminuir de 15,4 veces en 2010 a 13,1 veces en 2015.
Así, en los ingresos totales, el índice mencionado redujo de 13 en 2010 a 11,2 en 2015.
Al aplicar otros medidores de desigualdad, el panorama es parecido. Por ejemplo, al utilizar un análisis 20/20 muestra que la participación del quintil de mayores ingresos pasó a ser 9,5 veces más grande en 2010 a 7,9 veces mayor en 2015 en términos de ingresos del trabajo, mientras que disminuyó de 8,3 veces a 7,1 veces al analizar los ingresos monetarios de los hogares. En los ingresos totales disminuyó de 7,4 a 6,4 en el período.
En tanto, al utilizar un índice 10/40, que compara el 10% de los ocupados con ingresos más altos respecto al 40% de menores ingresos, también se registra una reducción en el período, al pasar de 2,3 en 2010 a 1,9 en 2015.
