Ignacio Walker reúne apoyos internos DC a su precandidatura presidencial

Ignacio Walker reúne apoyos internos DC a su precandidatura presidencial

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Una serie de reuniones destinadas a delinear los pasos a seguir para configurar una opción presidencial de la DC han sostenido en las últimas semanas el senador Ignacio Walker y miembros de su grupo más cercano.

La ofensiva se inició a principios de noviembre en el Centro Vasco. Hasta allí llegaron, encabezados por Walker, el secretario nacional de la DC, Gonzalo Duarte; su antesesor en el cargo, Víctor Maldonado, y el ex ministro de Salud de Ricardo Lagos, Pedro García, además de 20 dirigentes – consejeros nacionales y dirigentes regionales- el pasado 9 de noviembre.

Las definiciones fueron, en principio, simples: el abanderado  tendría que tener un rol importante en la campaña municipal, acompañando a los candidatos en terreno; sus visitas tendrían que ir acompañadas de un discurso de carácter nacional -que realice una comisión especial del partido que esperan definir dentro de los próximos dos consejos- y, en la misma línea, pero aún más relevante, la decisión de presentar a un candidato presidencial tendría que contar con la absoluta convicción, compromiso y unidad del partido para evitar lo que ocurrió en 2013 con Claudio Orrego, quien llegó tercero en las primarias de la entonces Concertación.

El último punto, sin embargo, constituye uno de los principales escollos para Walker. La misma noche del lunes en el Centro Vasco, se discutió la idea de adelantar la Junta Nacional a enero, lo que provocaría en las dos semanas siguientes, un fuerte enfrentamiento público entre Walker y el presidente del partido, Jorge Pizarro, y terminaría con una división en la directiva y en el consejo nacional del lunes pasado.

DISPUTA CON PIZARRO

Los roces con Pizarro -que han incluído críticas cruzadas por el tema presidencial y por la conducción del partido- preocupan a los partidarios de Walker, que si bien admiten que los cuestionamientos al timonel DC son un tema permanente en sus conversaciones, están conscientes de que el primer paso para tomar definiciones en cuanto a su eventual candidatura, es desactivar ese conflicto.

En el intertanto, sin embargo, han continuado los movimiento en torno a la opción del senador DC: la comida del 9 de noviembre se replicó una semana después, esta vez, con dirigentes jóvenes del partido.

En paralelo, el trabajo con García se ha estrechado. El ex titular de Salud integra un grupo de profesionales en el área que asesora a Walker en su trabajo parlamentario, y que se proyectará como su equipo de Salud en el eventual diseño de un programa.

 “Hay un grupo importante de profesionales que creemos que Ignacio puede ser una muy buena alternativa de conducción para el país”, comentó García al ser consultado sobre el tema. 

Cercanos a Walker destacan que algo similar ocurre en la relación entre el senador y Cieplan, y en particular con los ex ministros René Cortázar y José Pablo Arellano.  

Un rol estratégico en este cuadro es el de Maldonado. El actual funcionario del Ministerio del Interior se ha transformado en uno de los pilares de la configuración de su candidatura. “La DC si tiene una opción presidencial es Walker. Y si Walker necesita apoyo, todos deberíamos entregárselo”, sostiene Maldonado.

En la mesa, los más cercanos a Walker hoy en día son los vicepresidentes Gustavo Paulsen y Sergio Espejo. El diputado Jorge Sabag y la directora ejecutiva del Sistema de Empresas Públicas (SEP), Cristina Orellana, también han entregado su respaldo al senador. 

Otro nicho está compuesto por presidentes regionales de la colectividad, como  Claudio Martínez, Carlos Arzola, Gerardo Pérez y Margarita Payeres.  “La gente que vota por la DC sintoniza mucho con las opiniones de Ignacio Walker”, comentó Martínez. Arzola coincidió, planteando que representa el “espíritu de la DC”.

Por lo mismo, las juntas regionales que realizará el partido en la previa de la Junta Nacional -y a las que Walker ya definió asistir- serán una alternativa para ir recogiendo respaldos al interior del partido.

En la DC afirman que esto, más su rol en la municipal y la capacidad que tenga de articular un discurso colectivo por sobre el fuerte discurso individual que lo caracteriza, serán la prueba de fuego que deberá sortear antes de cualquier definición partidaria.

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