Fuerte desánimo del sector privado al iniciarse el segundo semestre

Fuerte desánimo del sector privado al iniciarse el segundo semestre

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Un año para olvidar tendrá la economía chilena este 2015. El bajo crecimiento de la actividad de estos meses y el riesgo de que su debilidad se extienda hacia el próximo período configuran un escenario amenazante, que presiona hoy por hoy la agenda de las autoridades.

El mismo Ministerio de Hacienda ya le puso números: el Producto Interno Bruto (PIB) se expandiría 2,5% este ejercicio -el 3,6% era la cifra inicial-, apenas distante del pobre 1,9% observado en 2014.

Clave en este deterioro ha sido la pérdida de confianza empresarial, que se acentuó en el primer semestre, tal como lo reflejan las mediciones que realizan distintos organismos, como la Cámara de Comercio de Santiago y el Centro de Estudios de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo en conjunto con Diario Financiero.

EXPECTATIVAS EMPRESARIALES 

Al pesimismo e incertidumbre que ronda en el mundo de los negocios debido a las magras cifras económicas, se estaría sumando con fuerza el efecto de factores relacionados con los «cambios regulatorios» que están dominando la discusión nacional, lo que podría complicar más el escenario local.

Eso es lo que sugiere el Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el cual volvió a descender en el período abril-junio. En dicho trimestre, el IEE se ubicó en 52,3 puntos, lo que representa un retroceso de 3,1 puntos respecto al registro de marzo (55,4) y 13 puntos por debajo del promedio de la última década (65,3).

Si bien el gremio indica que las estimaciones de crecimiento para este año han sido ajustadas a la baja y giran en torno a un 2,3% -lo que significa acelerar el ritmo de expansión de 2% en el primer semestre a 2,6% en el segundo-, a partir de lo exhibido por el índice se entiende que las expectativas empresariales estarían apuntando a un tono de mayor «pesimismo estructural», dejando atrás la idea de una recuperación sustantiva del crecimiento en los próximos años.

Y aún más, se advierte que el complejo escenario actual «en lugar de haber sido enfrentado con efectivas políticas pro crecimiento, ha sido agudizado con una agenda agresiva en reformas al marco regulatorio, que amenazan proyectarse a las bases institucionales de la Nación y que ha acentuado los efectos adversos sobre el crecimiento de tendencia y las expectativas empresariales».

OPTIMISMO EN RETIRADA

Desmenuzando por actividad económica, a pesar de las mejores expectativas que se observan en los sectores de Recursos Naturales y Transporte, en el resto de los rubros experimenta una caída muy importante del IEE. Especialmente, en Industria que pasó de 61 a 51 puntos entre marzo y junio. Y, además, en Construcción donde se observa un descenso del índice de 60 a 50 puntos. En ambos casos, consistentes con el frágil desempeño de los sectores.

Una caída más moderada, en tanto, se experimentó en el comercio que transitó de 55 a 54 puntos.

El análisis por tamaño de la empresa da cuenta que las pequeñas redujeron marginalmente su IEE, mientras, las medianas y grandes lo rebajaron en más de cinco puntos, quedando ambas en el umbral de la zona de neutralidad de expectativas.

Los coletazos en medio del deterioro de las expectativas empresariales también se reflejan en las ventas esperadas a doce meses y en los planes de contratación. El incremento esperado de las ventas para los próximos doce meses volvió a ser recortado por debajo del 5% (a 4,7%), acercándose nuevamente a los débiles números anotados en el segundo semestre del año pasado (aproximadamente 4%).

A nivel de rubros, destaca la «cifra en rojo» que presenta la construcción (-1,1% en 12 meses). Sin embargo, en todos se aprecia un recorte en las ventas esperadas a doce meses en relación a marzo de 2015, siendo éste algo más leve en servicios y comercio.

En tanto, los planes expansivos de contratación de mano de obra, también fueron recortados a 0,4% en los venideros doce meses desde 0,7% en marzo.

Pero el gremio enciende las alarmas de preocupación en cuanto a los resultados según sectores donde se muestra en todos expectativas de recortes a doce meses con la única excepción de Servicios.

Bajo este escenario, el frente que rompe la regla es el de las inversiones, donde no se refleja un «nuevo empeoramiento». La inversión esperada a un año experimentó un crecimiento marginal desde 2,5% en marzo a 2,8% en junio.

Todos los sectores mostraron un recorte en sus planes de inversión respecto a marzo, con la excepción del silvoagropecuario, que se movió de -1,9% a doce meses en marzo a prácticamente cero en junio.

 AUMENTA USO DE CAPACIDAD INSTALADA

Pese a la debilidad general observada en la actividad que se refleja en las respuestas entregadas por las empresas, el reporte de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) revela menores grados de holguras en la capacidad instalada, cuya utilización subió de 83% a 86%.

En todo caso, advierte el gremio, el análisis más detallado del estado por cada una de las ramas da muestra que la construcción está operando a casi plena capacidad, «consistentemente -explican- con la presión constructiva previa al cambio impositivo que lo afectará y al mayor gasto fiscal en infraestructura».

En el resto de los rubros también se verifica una menor holgura, pero en un grado bastante módico. «Ello sugiere que la fase contractiva que ha tenido la inversión en el país a lo largo de los últimos dos años puede estar causando alguna presión de capacidad, pese a la debilidad de la coyuntura», dice la CCS.

Todo lo anterior, en un contexto en que las expectativas empresariales han retomado su tendencia depresiva, mostrando una persistencia que va más allá del ciclo económico.

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