Francisca Merino ya había dejado entrever el problema. Hace unos meses comentó que su matrimonio con el ingeniero Claudio Labbé Castillo se había terminado por líos de dinero con socios y amigos de Labbé, con quien se casó en 2002. Pero recién ahora salen a la luz detalles de lo ocurrido a través de datos a los que tuvo acceso Emol.
La actriz y actual panelista del matinal «Bienvenidos» de Canal 13, presentó una querella contra Sergio Jalaff Sáenz y Mario Dabed Jamis—director ejecutivo y presidente de Global Soluciones Financieras, respectivamente—, por estafa y abuso de firma en blanco. Ambos fueron socios de su marido en Comercial South Farms Limitada, empresa dedicada a la importación, exportación y comercialización de productos agrícolas a través de la cual Merino se vio involucrada en una estafa por un monto que asciende a los 232 millones de pesos.
Los hechos habrían ocurrido luego de que en enero y en agosto de 2013, a la actriz se le solicitó que, en su calidad de cónyuge de Labbé, firmara documentos necesarios para realizar operaciones de factoring de la empresa. El objetivo también era pagar deudas de la compañía, algo a lo cual ella habría accedido sin mayores consultas, considerando que le habrían pedido también la firma a la señora de Jallaf. Además de que su marido era uno de los socios, él mantenía una relación de confianza con Jallaf, con quien había sido compañero de colegio, e incluso, es padrino de uno de los hijos de la pareja. El problema es que estos documentos, que incluyeron firmas en blanco por parte de Merino, habrían sido utilizados de otro modo distinto a lo que se le explicó. Inicialmente se le dijo que eran necesarios para desarrollar el factoring, pues se entregaría una ayuda por apuros económicos que no superaban los 5 millones de pesos en cada ocasión. Estos aportes los entregaba Global Soluciones Financieras. Sin embargo, el primer documento resultó ser un reconocimiento de deuda por 55 millones de pesos, en la cual compromete un terreno y una casa en Maitencillo, y un pagaré por 177 millones de pesos. Por su parte, Labbé había estado de acuerdo con Jallaf y Dabed, pues tenía la convicción de que la empresa efectivamente saldría adelante. Por lo tanto, no sería necesario hacer efectivos los cobros del reconocimiento de deuda ni del pagaré. Además, estaba siendo presionado para ayudar financieramente a la empresa que, en ese momento, también tenía como socio a su padre. Esta recuperación no ocurrió y la panelista se enfrenta a una deuda por más de 232 millones de pesos, razón por la cual perdió el terreno y su casa, además de un autómovil Volvo, tras demandas de parte de Global Soluciones Financieras.
La investigación La investigación está siendo desarrollada por el OS9 (Organizaciones Criminales) de Carabineros y el fiscal a cargo es José Ignacio Reyes Klenner de la Fiscalía Oriente. Como parte de la investigación de la querella contra Jallaf y Dabed, en complicidad de su hijo, Cristóbal Dabed Said, se hizo una diligencia de entrada y registro e incautación de material contable a las oficinas de Global Soluciones Financieras, quienes son los beneficiarios finales de las deudas de Merino.
