Casi una hora más de lo presupuestado duró, el lunes, la reunión del comité ejecutivo de Chile Vamos, que reúne a las directivas de RN, UDI, Evópoli y el PRI. El motivo: los timoneles se enfrascaron en un largo -y a ratos tenso- debate, que se originó cuando el presidente de Evópoli, Felipe Kast, planteó reparos a la forma en que se fijaría la postura contraria del bloque al aborto. Esto, en el documento fundacional de la coalición. La posición de Kast, quien pidió que el texto “no excluya a quienes piensan distinto en esta materia”, generó duros cuestionamientos por parte de sus socios. Pese a esto, el diputado reafirma su postura.
¿Debería Chile Vamos dejar de lado alusiones tan estrictas sobre el rechazo al aborto en su documento?
Pienso que sí. La identidad en esas materias debería ser asunto de los partidos políticos, y ojalá pudiesen luchar por esas ideas desde ese lugar. No creo que en esta coalición política tengamos que cerrarle la puerta a quienes tengan visiones más liberales en esta materia. Yo estoy por la defensa de la vida, soy absolutamente contrario al aborto, pero aislar a quienes piensan distinto creo que es un error, y que además no los va a hacer cambiar de opinión. Estoy convencido de que lo que está en juego en Chile es tan importante, que debemos construir una coalición con diversidad y con pluralismo.
¿Se equivoca Chile Vamos si se cierra a incorporar visiones más liberales en estos temas?
Creo que sí. Hay algunos que no se dan cuenta de lo que está en juego y de lo que vive el país, y piensan que seguimos en la década de los ‘90. Hoy, el debate es entre aquellos que creemos en la libertad y aquellos que creen en el igualitarismo de la Nueva Mayoría. Si queremos construir una coalición distinta a la Alianza, no podemos tener lógicas de exclusión. Lo que nos tiene que unir es la convicción de que el motor de la sociedad son las personas, no el Estado. Y en este proyecto político tenemos que ser plenamente inclusivos.
En la coalición se ha destacado reiteradamente que ahora que son cuatro partidos hay mayor diversidad. ¿No es contradictorio ese discurso de diversidad con una postura homogénea en materia de aborto?
Por supuesto. Y por lo mismo me alegra mucho que se haya acogido la inquietud de Evópoli, porque finalmente existió un buen ánimo para acoger una redacción que fuese mucho más inclusiva. Hay un mundo en el centro político que no tiene proyecto propio. Y nuestra convicción desde Evópoli es que este conglomerado también tiene que dar cabida a ellos. El desafío de nuestra coalición no es definirse a sí misma como conservadora o liberal, sino como una coalición pluralista en torno a la libertad.
¿Es posible que Chile Vamos pueda incorporar a sectores liberales si se cierra en temas valóricos?
Lo que ha ocurrido en el pasado en la centroderecha es que los liberales estaban dentro del sector, pero nunca se les permitía transparentar sus posiciones. Por eso yo prefiero una coalición distinta, donde personas como Harald Beyer, Álvaro Fischer o, eventualmente, Axel Kaiser tengan la libertad de decir lo que piensan en estas materias, y no que tengan que morderse la lengua en sus convicciones o que se sientan excluidos por pensar distinto. La invitación, en ese sentido, es a incorporar a aquellos que se sienten huérfanos de la Concertación y que están defraudados del gobierno de la Nueva Mayoría, que le está haciendo un tremendo daño a Chile.
La presidenta del PRI, Alejandra Bravo, dijo que el conglomerado tiene una postura definida sobre aborto, “y si alguien no está de acuerdo, mejor que no pertenezca a este bloque”. ¿Cómo responde a esas declaraciones?
Afortunadamente, Alejandra Bravo hoy (ayer) pidió disculpas por esa frase. Y se las recojo gustosamente.
