Rechazo generó en la Mesa Nacional del Frente Amplio la renuncia de Vlado Mirosevic a la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores y la de Pamela Jiles a la de Familia en la Cámara de Diputados.
A través de un comunicado, la máxima instancia del conglomerado indicó que “nuestras diferencias no se resuelven por tanto con renuncias ni vetos de ningún tipo. Debemos procesarlas con diálogo y asumimos el compromiso de generar instancias de discusión pública en que se debatan las distintas miradas políticas e ideológicas que concurren a nuestras discusiones”.
Junto con agregar que “la ciudadanía ha depositado su confianza en nuestra bancada para que impulse nuestro programa de transformaciones desde todos los lugares de incidencia en los que estamos en el Congreso. Hacemos un llamado a todos nuestros parlamentarios y parlamentarias a que retomen los roles acordados en sus respectivas comisiones y defiendan el mandato de la ciudadanía desde dichos espacios”.
Mirosevic dejó su cargo luego de una serie de discrepancias en el FA por la percepción respecto de violaciones a los derechos humanos en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, debate que inició el diputado Gabriel Boric.
Por otro lado, Jiles dio un paso al costado debido a la sanción que recibió por parte de la Comisión de Ética tras increpar al diputado Ignacio Urrutia por tratar de “terroristas con aguinaldo” a víctimas de la dictadura. Castigo que se concretó con votos de dos diputados del Frente Amplio: Mirosevic y Renato Garín (RD).
Hace poco más de una semana, la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados determinó sancionar a Pamela Jiles (PH) por el polémico episodio en que increpó al diputado Ignacio Urrutia (UDI), quien se refirió a los exiliados y víctimas de la dictadura militar como “terroristas”, a propósito de la discusión de un proyecto reparatorio para ellos.
La sanción fue del 0,2% de su dieta, es decir, cerca de 182 mil pesos, calificado como una “sanción simbólica” que se acordó de forma unánime por toda la comisión, lo que incluyó a sus pares del Frente Amplio Vlado Mirosevic (PL) y Renato Garín (RD). Este hecho inició un duro enfrentamiento en la tercera fuerza del Congreso, donde Jiles los trató de traicionero, ya que había un acuerdo para rechazar la sanción.
Luego, la polémica se trasladó a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, presidida hasta entonces por Mirosevic, quien determinó presentar su renuncia esta semana, tras varias semanas de cuestionamientos internos por la posición del legislador frente a la defensa de los Derechos Humanos en el mundo, criticando a Venezuela y Nicaragua, que no han recibido el mismo nivel de críticas por un sector del FA.
El diputado Gabriel Boric (MA) también salió a criticar a los militantes de izquierda -de todos los sectores- que relativizan la defensa a los DD.HH. por tratarse de gobiernos o regímenes con quienes hay afinidad ideológica. Esto desató una ola de críticas internas y una explosiva columna del ex candidato Alberto Mayol, quien lo despedazó al calificarlo de “posmoderno millennial” y otras virulentas frases.
Todo esto ha hecho que varios miembros del Frente Amplio salgan a reflexionar acerca de lo ocurrido. Una de ellas fue la diputada Gael Yeomans (de Izquierda Libertaria), quien calificó todos estos episodios como un “espectáculo vergonzoso”.
“Enfrentar este espectáculo vergonzoso que estamos dando desde el Frente Amplio implica reconocer los errores cometidos por tod@s y la voluntad de avanzar con política y en unidad. La sanción a Pamela Jiles fue un error, y lamento que haya renunciado a la presidencia de comisión”, afirmó en Twitter.
Luego, la legisladora agregó que “el Frente Amplio no llegó al Congreso para aceptar las viejas costumbres de la política tradicional. Espero que todo lo que ha pasado estas últimas semanas no se repita y aprendamos de nuestros errores, porque representamos una oportunidad histórica que no nos podemos farrear”. (El Dínamo)
