Nosotros estábamos esperanzados en que el Presidente cumpliera su promesa de terminar con los nombramientos políticos y el amiguismo en las designaciones de la Cancillería, de manera de no transformarla en una parcela para el pago de favores políticos.
Esto no tiene que ver con una política exterior inclusiva y con perspectiva de género, sino de nombramientos que no tienen en cuenta la preparación y capacitación de las personas designadas atingentes a las relaciones con terceros estados y en organismos internacionales.
Por lo mismo, tampoco tiene que ver con el desconocimiento de la facultad del Presidente para conducir la política exterior, y nombrar a los representantes diplomáticos, y sí mucho que ver con la eficiencia mínima de nuestra representación en el exterior, que tiene por misión salvaguardar los intereses fundamentales del país, lo cual requiere de un servicio exterior profesional y con experiencia.
Dejamos constancia de que la designación de embajadores es una forma de despolitizar y profesionalizar el Ministerio de RR.EE. y la acción diplomática del país. (El Mercurio Cartas)
Roberto Alonso;
Jorge Canelas;
Rodrigo Gaete;
Cecilia Mackenna;
Juan Salazar;
José Luis Morales;
Francisco Pérez Walker;
Isauro Torres;
Fabio Vio;
Exembajadores del Servicio Exterior