Con el 99,44% de las mesas ya escrutadas, el Servicio Electoral informa que un total de 12.415.729 chilenos concurrieron a sufragar en la elección del Consejo Constitucionales. Se erige así como el segundo proceso eleccionario con mayor votación de la historia.
Y es un 81,94% de los 15.150.572 que componían el padrón para este proceso eleccionario. La de hoy fue votación con voto obligatorio, y si se compara con la más reciente elección con este requisito, que fue el Plebiscito del 4 de septiembre del 2022, son 613.010 menos los que concurrieron a las urnas. En la ocasión donde el Rechazo arrasó con el 61,89%, fueron 13.028.739 los votantes, siendo la más masiva de la historia.
Ahora, en relación a la votación de los anteriores convencionales, realizada el 15 y 16 de mayo del 2021, lo de hoy es superior. Aquella vez solo sufragaron 6.468.067 personas, lo que correspondió a una participación de 43,41%.
La de hoy también marca un fuerte incremento en cuanto a los votos nulos y blancos. 2.108.028 (16,98%) hicieron una marca que fue considerada inválida, muy superior a los 200.881 del Plebiscito. Y los que no marcaron nada llegaron a 565.497 (4,55%), contra los 77.340 del último proceso eleccionario.
IRRUPCIÓN DE NULOS Y BLANCOS
El temor por una fuerte irrupción de votos nulos o blancos estaba en el ambiente hace varias semanas y el concierto de voces que lo daba por hecho era numeroso, y así fue. Con el 99,44% de los votos escrutados, entre ambos sumaron 2.673.525 preferencias, siendo el 21,53% del total. Un registro histórico.
Solo los nulos, suman el 16,98% de las preferencias (2.108.028 votos), mientras los blancos agregan otro 4,55% (565.497). Con este 21,53% superan a los pactos del Partido de la Gente (5,48%), a Todo por Chile (8,96%) y a Chile Seguro (21,07%).
Campañas de redes sociales y figuras políticas independientes llamando a anular en estas elecciones amoldaban un ambiente que parecía propicio para que floreciera este fenómeno, el cual seguramente acaparará gran parte de los análisis en frío de lo que fue este sufragio.
«Se notó una diferencia con otra elecciones», era una frase que se repetía en distintas mesas durante el conteo de votos, mientras surgían hipótesis iniciales para explicar esto, como la suerte de un «voto castigo» por el posible hastío de parte de la ciudadanía respecto al proceso constitucional o fallas en la campaña comunicacional del proceso.
«Es inédito ese dato», comentó en el canal 24 Horas Marco Moreno, analista político de la Universidad Central, quien apuntó una «falla tanto por parte de quienes tenían que haber informado el proceso y la falta de sentido que probablemente a mucha gente le hizo esta elección». «Si no hubiera habido voto obligatorio, la participación habría sido mucho más bajas», acotó.
Por su parte, el director del IES, Claudio Alvarado, comentó al mismo medio que es muy probable que el importante porcentaje de votos nulos sea leído como un «votos castigo contra el sistema político«, asegurando que este dato «hay que analizarlo y tomarlo muy en serio».
Mientras que Cristián Steward, director ejecutivo de IdeaPaís, indicó a EmolTV que «es llamativo ver que mucha gente se movilice a votar nulo. Obviamente el voto obligatorio ayuda en esa dirección y me da la impresión de que esto nos tiene que llamar a reflexionar». (Emol)
