El inicio formal de la carrera presidencial- Sergio Melnick

El inicio formal de la carrera presidencial- Sergio Melnick

Compartir

HEMOS LLEGADO a la recta final de la carrera presidencial y parlamentaria. Las encuestas señalan que el gobierno tiene un 20% de apoyo y 75% de rechazo y hará un esfuerzo para tratar de terminar un poco mejor. El problema es que todo lo hace mal y le resulta al revés. El parlamento, la política y la justicia están absolutamente desprestigiados. El país se polariza cada vez más, la economía está muy detenida, se han perdido las confianzas fundamentales, y el mapa político se atomiza con más de 30 partidos. Las reformas de Bachelet son nuevos transantiagazos, incluyendo hasta el tema de los estacionamientos.

Se preparan las primarias legales para julio. Las encuestas dicen que Piñera lleva la delantera con 10 puntos de ventaja sobre Guillier. Lagos, Insulza, Ossandón, MEO, Parisi y hasta Farkas aparecen, pero casi no marcan relevancia. Goic lanzó su candidatura pero aún no marca en las encuestas, y no está claro si va a la primaria o a la primera vuelta. La Nueva Mayoría agoniza por sus serios conflictos internos y está pronta a desaparecer como tal. Chile Vamos parece un poco más ordenado, pero la procesión va por dentro. El Frente Amplio amenaza con una primaria propia. Ya salió al ruedo Mayol, lo que da una tónica. Igual ocurre en el centro (Ciudadano-Amplitud-Red Liberal), que probablemente levantará alguna candidatura simbólica. Campean los políticos enjuiciados y podrían venir otros, lo que enturbia aún más el escenario. Algunos empresarios enfrentan juicios de colusión, que enloda la contienda. La iglesia tiene cada vez menos fuerza en la sociedad, y seguramente la imagen de la masonería en la presidencia le es adverso, igual como lo es la izquierda dura. La iglesia finalmente está mejor representada con Piñera, Ossandón, y una parte de la DC.

Es poco probable que la carrera sea una contienda de ideas. Será de emociones y agresiones, muy al estilo de la presidencial americana reciente. Los ataques tratarán de descalificar al adversario y sacarlo por secretaría. Piñera enfrentará ataques personales sobre diversos flancos, incluyendo las andanadas de Ossandón que no prende. Guillier deberá enfrentar el ataque de sus grandes falencias e incoherencias, y tendrá muchos adversarios del propio sector. Ya falló en el tema Cuba-Aylwin. Lagos irá languideciendo en el olvido, pero el quiebre de la Nueva Mayoría lo fortalecería. Insulza no alcanzó a nacer pero es macuco y todo puede pasar. Atria es apenas un saludo a la bandera. La DC va en caída libre, y está básicamente negociando cupos parlamentarios, igual como lo hacía el partido radical cuando levanta candidatos como Gómez. El PC está en una enorme disyuntiva, ya que está en la coalición de gobierno pero está siendo flanqueada desde su izquierda, lo que es inédito, ya que lo pone más al centro del mapa. Dicho de otro modo, ahora hay partidos aún más de izquierda que el PC a quien acusan de conservadores.

Este gobierno deja un lastre muy pesado. La salud, la educación, la economía, la infraestructura, las cuentas fiscales, la delincuencia, la Araucanía son problemas que ya tienen carácter de urgencia. La solución pasa por leyes bien hechas basadas en grandes acuerdos, lo que será casi imposible con la nueva fisionomía del parlamento en un régimen presidencial.

Todo indica que Piñera será el candidato de Chile Vamos, sin duda el mejor del sector. Es posible que vaya J.A. Kast como independiente, pero no llegará muy lejos. Lo de Guillier, que gozó los beneficios de la política durante 20 años de Concertación, depende de cómo se quiebre la Nueva Mayoría.

Lo que está en juego en nuestro país es nada menos que la gobernabilidad. La izquierda dura parece no aprender nunca y comete una y otra vez los mismos errores. Siguen defendiendo regímenes antidemocráticos como Venezuela o Cuba sin que se les arrugue una ceja. La derecha a su vez nunca ha entendido la importancia de las ideas y no invierte en ellas, con algunas pequeñas excepciones pero sin masa crítica de pensadores de alto nivel. Por eso no propone soluciones nuevas.

Este año es crítico para nuestra historia. El camino del éxito va por el centro. Si se elige a Guillier, Atria o cualquier persona similar terminaremos muy mal. Las cartas razonables son Piñera apoyado también por la DC y Ciudadanos para una mayoría parlamentaria, y Lagos apoyado por RN y el PRI para poder defenderse de la izquierda dura que lo rechaza. Ambos escenarios son difíciles después del tan mal gobierno de Bachelet y tanto antagonismo emergente.

A todo evento, cualquier salida pasa inexorablemente por reactivar la economía que es la madre de todas las batallas, y es algo que la izquierda simplemente no sabe cómo se hace.

La Tercera

Dejar una respuesta