Desde fines de 2015 que el Banco Central no subía la Tasa de Política Monetaria (TPM) y fue en octubre pasado cuando optó elevarla en un cuarto de punto hasta 2,75%. Pero más allá de las opiniones divididas del mercado, los ojos de muchos expertos se enfocaron en uno de los párrafos en que el ente rector justificaba su decisión y que tenía que ver con el mercado laboral.
«La revisión de fuentes complementarias de información sobre el mercado laboral -incluyendo registros administrativos- indica un mayor dinamismo del empleo y las remuneraciones que el sugerido por las encuestas».
Y ahí quedó en evidencia: el Banco Central estaba usando otras fuentes de estadísticas y más aún, esas «otras fuentes» no se condicen con las cifras del INE, las que, hasta ese momento, mostraban una tasa de desempleo en máximos de siete años y salarios reales estancados por primera vez en al menos ocho. Pero la «polémica» no quedó ahí. Si el Central había dado estas declaraciones el 18 de octubre, el 7 de noviembre el INE sorprendió al rectificar la Encuesta Mensual de Remuneraciones y del Costo de la Mano de Obra.
Todo, en un intento por aclarar las dudas que habían surgido respecto a la exactitud de sus cifras. Sin embargo, diversos economistas han profundizado aún más en el debate y han encendido las alertas respecto a la «urgencia» de «mejorar la calidad de las estadísticas oficiales» y «darle mayor autonomía al INE».
Economistas: «No existe plena confianza en el diagnóstico» del INE
«Me parece que más que tomar una preferencia por una fuente o la otra, hay que recalcar que el problema es un problema serio», dijo el economista Tomás Izquierdo en la conferencia del Grupo de Política Monetaria. Para el director de Gémines la razón es clara: «Se toman decisiones de políticas económicas a partir de estadísticas oficiales y cuando ellas se cuestionan, y por parte del propio Banco Central, yo creo que se está haciendo ver un problema mayor». «Qué pena que estemos teniendo esta conversación, porque eso habla de que de verdad no tenemos plena confianza en el diagnóstico -del INE- porque no tenemos cifras ni estadísticas que nos den plena confianza».
«Que se haya corregido la serie de remuneraciones en la magnitud que se corrigió bajo un periodo histórico largo, a mí me parece tremendamente grave y no se le ha dado la relevancia que tiene», dijo el economista. En ese sentido, hizo hincapié en que se han hecho negociaciones salariales los últimos años en base a las cifras que hoy son consideradas «erradas» y que «hoy no tengo ninguna certeza si la nueva serie que se publicó es igual de mala que la anterior».
Sin embargo, para Izquierdo, este hecho puntual del tema de remuneraciones se puede extrapolar a las series de empleo en general. Ello, porque «el Censo que está ocupando el INE para su muestra de empleo es del 2002 con algunas correcciones y eso me hace pensar que eventualmente las estadísticas oficiales de empleo pueden ser bastante erradas».
«La necesidad de una reforma»
Para el economista Juan Pablo Medina, más allá del tema puntual del mercado laboral, «lo que todos estos problemas reflejan es la necesidad de una reforma». Por ello, enfatizó en la necesidad de reflotar un proyecto que está en el Parlamento y que busca mejorar tanto la capacidad como el presupuesto del INE. «No quiero ni recordar lo que fue el tema argentino en que luego del último cambio de Gobierno hubo que revisar todas las estadísticas hacia atrás (…) aquí tenemos, una vez más, un problema del que hay que hacerse cargo».
Tomás Izquierdo «Hay que avanzar en eso y ponerle prioridad para que podamos tener un resguardo mejor de las estadísticas, porque las políticas públicas, no solamente la política monetaria, dependen de las cifras del INE, por lo tanto uno quiere estar seguro que la calidad y confiabilidad de esas cifras es alta», sostuvo el académico de la UAI. Carlos Budnevich se manifestó en la misma línea: «Necesitamos una institucionalidad acorde al nivel de desarrollo que tiene Chile y que permita contar con estadísticas confiables y que no lleven a errores o dudas en términos de lo que representan».
Por todo lo anterior, tanto para Izquierdo, como Medina y Budnevich, «es un buen momento para pensar, en serio, en dotar al INE de mejores recursos económicos y técnicos y mayor independencia. Es algo que se debe priorizar y debiera estar ya en la agenda de reformas». Lo anterior, para Izquierdo, porque el verdadero problema de fondo es que «necesitamos tener una entidad pública que tenga la capacidad técnica, los recursos y la independencia para entregar cifras que den confianza». «Las expectativas aquí también juegan un rol importante y si uno basa expectativas en cifras erradas, bueno, vamos a tener otro problema ahí también» Carlos Budnevich Respecto al proyecto que mencionaban los expertos, desde marzo de este año la iniciativa parlamentaria que busca reformar al INE se encuentra en la Comisión de Hacienda del Senado en el marco de su segundo trámite legislativo.
Emol/Agencias
