Hace décadas que en Chile se viven problemas políticos que van más allá del gobierno de turno. Uno de ellos es la desigualdad social. Con todo, no es tiempo de buscar culpables. Más bien, urge encontrar respuestas a una desconexión tan grande entre quienes navegan en un mar de inseguridades sociales (deudas, delincuencia, fragilidad, entre otros) y los que aparentemente tienen la posibilidad de encauzar esa incertidumbre hacia una sociedad que rompa esa inseguridad.
Lo que hoy está ocurriendo es el botón de muestra de que la desigualdad social sí es un problema y de que quienes se pronuncian sin violencia la delatan con su malestar. La inmensa mayoría, qué duda cabe, solo busca un país sano, justo y seguro. (El Mercurio Cartas)
Pablo Valderrama
Director ejecutivo IdeaPaís