El deber de construir nuestro propio destino, a través del esfuerzo, de la constancia, la disciplina y el trabajo. El deber de realizar un estudio a conciencia, un trabajo persistente, de buscar la información acerca de las causas a las que adhiero, del respeto y preocupación por el prójimo, de ser un puente para lograr una sociedad más justa, solidaria y desarrollada. Este deber se expresa en nuestras acciones. Especial responsabilidad tienen quienes lideran el Gobierno, los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad y las instituciones en general. La autoridad conlleva el deber de ser consistente, coherente y de tener sentido de misión.
Las universidades aportamos en esta tarea, a través de formar personas cultas y de bien, buenos ciudadanos, que antes de exigir derechos sepan cumplir con sus deberes para con el país. Desde el trabajo universitario buscamos la verdad a través de la razón, proporcionando espacios de intercambio de ideas, donde las miradas se acerquen y se enfrenten posiciones. Privilegiamos el diálogo, con una visión de sociedad que incorpore a todos los grupos que la componen, desde todos los rincones de nuestro Chile.
Avanzando en esta senda, mis derechos se van a desprender de mis deberes. Así, nuestros derechos serán los deberes del prójimo, por lo que, si somos capaces de consensuar este círculo virtuoso, construiremos un mejor país para las futuras generaciones. Gran desafío para nuestro país. (El Mercurio Cartas)
Ignacio Sánchez D.
Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile