CIAL, una de las mayores y más antiguas empresas constructoras de Chile, bajará la cortina. Después de 38 años de operación, la compañía declaró su quiebra, que dejará sin trabajo a 1.200 personas en la región de La Araucanía, informó Radio Bío Bío.
Según este medio, la noticia fue confirmada por el propietario de CIAL, Alejandro Becker, quien argumentó que no cuenta con recursos para seguir pagando a sus trabajadores, contratistas y proveedores.
Según el propietario, sería el MOP quien no le habría cancelado los dineros, situación que afectaría a 16 obras.
La noticia se conoce a casi una semana de que la naviera danesa Maersk anunciara el cierre de su fábrica de contenedores en Chile, situación que también llevó al despido de otros 1.200 trabajadores.
VERSIONES ENCONTRADAS
Por su parte, el medio regional Diario Paillaco, informó el viernes en su edición online que medio centenar de trabajadores de la constructora, en su mayoría residentes de esta localidad, se tomaron las oficinas de la empresa, en Itropulli, en protesta por sueldos, imposiciones y finiquitos impagos.
CIAL, se adjudicó la pavimentación del camino entre Itropulli y San Pedro y ya estaba en las últimas etapas cuando dejó de pagar remuneraciones, pensiones (alojamiento y comida) y a otros proveedores, declaró a ese medio el representante de los trabajadores, Pedro Paredes.
«En principio culparon al MOP, pero averiguamos y eso era falso, el MOP asegura no adeudarles ningún peso», explicó el dirigente, quien señaló que se mantendrán en las instalaciones hasta recibir el pago que les corresponde. Si no hay respuesta a sus demandas este lunes, evalúan tomar medidas como el bloqueo de la ruta.
En conversación con Diario Financiero, Paredes confirmó los reportes y señaló que cerca del mediodía recibieron informes de representantes sindicales que participaron en una reunión con la empresa en su oficina matriz en Temuco, donde se ratifica lo publicado.
Según Paredes, la información también fue confirmada hace pocos minutos por el Residente de Obras, en la localidad, quien sería el representante de la compañía de más alto rango en ese sector.
Según trascendidos que han llegado a oídos de los trabajadores, la decisión de la constructora respondería también a dificultades puntuales en la operación, entre los que citan los ataques que ha sufrido la empresa en el pasado, y que significaron millonarias pérdidas por destrucción de maquinarias.
Hasta esta hora, sin embargo, ha sido imposible contactar a la administración de la constructora para obtener su versión de los hechos.
ATAQUE INCENDIARIO
Según reportó la propia Bío Bío hace cerca de un año, la constructora había denunciado haber sido víctima de un ataque incendiario por parte de cinco encapuchados que ingresaron al predio donde se guardaban las maquinarias.
Al momento de escapar, los autores habrían dejado panfletos alusivos a la situación mapuche, pidiendo la excarcelación de “presos políticos” en el marco del caso Luchsinger-Mackay.
El ataque se produjo en las obras de asfaltado de ruta que realizaba la compañía en el camino entre Tranapuente y Casa Piedra, en Tirúa. (DF)
