Con orden judicial en mano, efectivos de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI llegaron esta jornada hasta las oficinas centrales de la Compañía de Jesús. El objetivo era allanar el recinto e incautar la investigación previa canónica que realizó la abogada María Elena Santibáñez, por encargo de los propios jesuitas, en contra del sacerdote Felipe Berríos. Esto en el marco de una denuncia patrocinada por Fundación para la Confianza en que una mujer de 32 años acusa haber sido víctima de actos de significación sexual cuando era adolescente.
La Fiscalía Sur en reiteradas oportunidades había solicitado la información para avanzar en la causa penal que se abrió luego que el religioso se “autodenunciara” ante la justicia civil, pidiéndole que esta intervenga para así poder demostrar su inocencia. Pese a las diligencias desplegadas por el Ministerio Público, la congregación negó los antecedentes basándose en el secreto de la vía canónica.
Pese a esto, la fiscal Yazmín Salech -experta en perseguir delitos sexuales- logró una autorización judicial para hacerse del denominado “informe Berríos” en que se otorgó “verosimilitud” a algunas de las denuncias presentadas en su contra. Se espera que durante la jornada la policía dé cuenta si dio con la documentación que, según la Compañía, había sido enviada al Vaticano, en Roma, para continuar con el procedimiento canónico. (La Tercera)
