La Casa Blanca pidió a la OPEP que eleve la producción de petróleo en un esfuerzo por frenar los altos precios de la gasolina que, según funcionarios de la Administración Biden, «amenazan dañar la recuperación global».
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Joe Biden, dijo ayer en un comunicado que aunque la OPEP y sus aliados «acordaron recientemente alzas de producción», el impulso «no compensaría por completo los recortes aplicados durante la pandemia».
Los precios de la gasolina en EEUU han aumentado junto con la creciente demanda de combustible a medida que la economía se ha reabierto. La gasolina se vende a un promedio de US$ 3,19 el galón en todo el país, casi 50% más que en la misma época del año pasado, según la asociación de automóviles AAA. El precio promedio nacional más alto se registró en 2008, a US$ 4,10 el galón.
La intervención de la Casa Blanca marca un abrupto cambio respecto de la política de Donald Trump durante la caída del mercado petrolero del año pasado, cuando presionó a la OPEP para que subiera los precios en un intento por ayudar a las empresas estadounidenses de esquisto a capear una de las peores recesiones del mercado en décadas. (FT DF)
