«¡Cabo herido, cabo herido!», se escuchó gritar ayer a un funcionario de Carabineros por la radio. Eran cerca de las 12:30 horas, y desesperado pedía ayuda para su compañero Óscar Eduardo Galindo Saravia (29), de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP), quien había recibido dos balazos en la cabeza, mientras intentaba detener un enfrentamiento armado entre dos bandas de narcotraficantes, en la calle Burdeos con Del Sembrador, en La Pintana.
Durante la madrugada, Carabineros había realizado diligencias en la comuna, debido a una operación antinarcóticos. Cuando todavía había policías en el sector, hubo un ajuste de cuentas en el que una persona resultó herida.
El cabo primero Galindo acudió con su patrulla. Al bajarse de esta, fue herido por tres impactos de bala, provenientes presumiblemente de un arma automática Glock, según las primeras diligencias del Labocar de la policía uniformada. Dos tiros se alojaron en su cabeza y un tercero, en un brazo. Rápidamente fue trasladado al Hospital Padre Hurtado y desde ahí, en un helicóptero institucional, al Hospital Dipreca, donde se confirmó su muerte pasadas las 15:00 horas.
El autor de los disparos sería D.E.R.Y., de 17 años, quien desde 2015 registra antecedentes policiales, por tenencia de arma de fuego y receptación, y quien se entregó anoche a la policía luego de que fuera intensamente buscado durante toda la jornada en el sector sur de la capital.
PIÑERA: «CRIMEN NO QUEDARÁ IMPUNE»
Una vez conocido el hecho, el Presidente Sebastián Piñera llegó al Hospital Dipreca. Tras conversar con la viuda del cabo y manifestarle sus condolencias, afirmó que «este crimen no quedará impune y la voluntad del Gobierno por combatir la delincuencia y combatir las pandillas, las bandas, la violencia desatada que muchas veces existe en nuestro país, es total y absoluta».
Agregó que, como Gobierno, presentarán una querella y «vamos a tomar todas las medidas que están a nuestra disposición y que son necesarias para que este crimen se esclarezca y el responsable enfrente a la justicia».
Cerca de las 18:30 horas, el cuerpo del mártir de Carabineros fue llevado al Servicio Médico Legal. Este mediodía se realizará un responso en la iglesia institucional y posteriormente su cuerpo será trasladado a Cañete, su ciudad natal de la Región del Biobío.
LA ENTREGA DEL SOSPECHOSO
A las 16:00, el OS-9 de Carabineros pidió una orden de detención al 15° Juzgado de Garantía contra D.E.R.Y. por el delito de homicidio de carabinero en servicio. Había declaraciones de testigos que lo señalaban como el autor de los disparos que mataron al policía.
Por la tarde se allanaron más de diez domicilios en busca del sospechoso, pertenecientes a familiares y amigos que podrían servirle como red de apoyo. Además, se dispuso de vigilancia de punto fijo en las cercanías de una vivienda en la población El Castillo, en la comuna de La Pintana, donde el menor llega a diario.
Cuando la policía lo tenía cercado, un abogado se contactó con Carabineros y afirmó que el joven quería presentarse ante la justicia en forma voluntaria, debido a que estaba herido de bala en el abdomen.
Se acordó con el profesional que se entregara en una bomba de bencina, en avenida Santa Rosa, donde lo esperaba un equipo de Carabineros. Sin embargo, cuando iba rumbo a la bencinera decidió cambiar de rumbo y concurrió al cuartel de la PDI en la misma avenida.
Allí se constituyó un fiscal y el OS-9. Detectives hicieron entrega del imputado, que inmediatamente fue trasladado a la Urgencia del Hospital del Salvador.
Llegó a las 22:55 horas al recinto asistencial. «Lo confundí con un sicario», declaró. Se constató que tenía dos heridas de bala. Fue dado de alta y pasaría la noche en el cuartel del OS-9, en Ñuñoa. Según información de la investigación, D.E.R.Y. habría confesado ser el autor de los tiros. Dijo a los policías que disparó una pistola, la que lanzó en el lugar de los hechos cuando huía. Sin embargo, hasta cerca de la medianoche el arma no había sido ubicada.
«ES LA PERSONA QUE BUSCAMOS»
Hasta el recinto asistencial llegó el general director de Carabineros, Hermes Soto, quien sostuvo: «Es la persona que buscamos. Esto nos tranquiliza. Hemos aclarado lo que sucedió. Nos da tranquilidad como institución, le da tranquilidad a su familia y estamos orgullosos del trabajo realizado por el personal de Carabineros».
Según el jefe policial, «él tiene una conducta bastante agresiva, y no es un individuo que esté recién empezando a participar en este tipo de hechos».
OPERACIÓN PREVIA
Durante la madrugada de ayer, el OS-9 de Carabineros detuvo a Vladimir Soto Rubillanca, sindicado como el líder de la organización criminal «Cogote de toro». Además, allanó domicilios en los que se almacenaban drogas y armas de fuego. Más tarde, se registraron diez inmuebles y también se arrestó a Franco Rino Rubina (25). (El Mercurio)



