Aunque el lobo se vista de oveja, lobo queda

Aunque el lobo se vista de oveja, lobo queda

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En un par de semanas más vamos a tener que elegir al próximo presidente de Chile. Una elección que a todas vistas será de gran importancia para el futuro devenir de nuestro país. Dado esto, es importante conocer quiénes son -en realidad- los candidatos a la primera magistratura.

Fíjense ustedes que la palabra candidato procede del latín “candidatus”, que quiere decir “vestido de blanco”, y que se deriva del verbo “candere”, de ser blanco o brillar intensamente. En efecto, en la República romana, los aspirantes a cargos públicos se ponían durante toda su campaña electoral, la toga “cándida”, toga de un blanco muy puro, con la que se exhibían públicamente para manifestar su historial de probidad, honradez, pureza y actitud ética; historial que debía ser probado. Por tanto, los que pasaban la prueba, podían usar la toga cándida o blanca y pasaban a llamarse candidatos.

Dicho lo anterior, ¿nuestros candidatos a la presidencia habrían sido dignos de usar la “cándida”? Cuando analizamos lo expresado por los candidatos posterior a su paso a segunda vuelta, podemos observar que hay coincidencia de propuestas en torno a mejorar la seguridad y la lucha contra el narcotráfico y a disipar los temores de inversionistas y electores por los efectos económicos de sus propuestas. Sin embargo, pese a que ese siempre ha sido el enfoque de Kast, nunca había sido el de Boric.

Gabriel Boric se ha declarado a favor del uso de la violencia en las marchas para obtener los fines buscados, apoyando a los se ha declarado a favor de indultar a los mal llamados “presos políticos” de la revuelta, cuando ya han sido juzgados en democracia, y no por el gobierno, sino por por tribunales independientes, y han sido declarados culpables por delitos graves contra el orden público, entre ellos delitos de incendios y de atentar contra la vida de personas. Boric se ha sentado a conversar con el Wallmapu y con el hermano de Jorge Huenchullán, prófugo y uno de los dirigentes más buscados de la Macrozona Sur por los delitos consumados de tráfico de drogas, tenencia ilegal de arma de fuego y municiones; pero nunca se ha sentado a conversar con las víctimas de la violencia en la zona, que han perdido colegios, casas, iglesias, familias, camiones, etc., entre muchas más acciones.

Algunos esgrimen que este giro en el discurso del candidato se debe a que está intentando conquistar a una parte de la población que no justifica la violencia, mientras otros creen que de verdad puede haber cambiado, opción más difícil de creer, pero ciertamente no imposible… y todos tienen derecho a una segunda oportunidad.

Sin embargo, en economía existe un términos llamado “preferencias reveladas”, que busca obtener las causas o preferencias reales de los individuos, no de sus palabras, sino de lo efectivamente realizado o de los hechos consumados. Pese a todo el discurso anti delincuencia y anti violencia que está usando el candidato en esta primera semana post primera vuelta, el miércoles recién pasado, en votación de la Cámara de Diputados, Boric no pudo ir en contra de su naturaleza y rechazó la solicitud de extender el estado de excepción en la zona Macro Sur, revelando su preferencia por la violencia como medida para obtener un fin, y su preferencia por los victimarios y no las víctimas.

Del mismo modo, pese a todo su discurso en defensa de la democracia, y su esfuerzo por desterrar a su “compañero” Jadue de cualquier opción de que lo acompañe en un futuro gobierno -declarando que “Daniel está bien en el municipio y se va a quedar en el municipio. En el gobierno necesitamos gente transversal” y tratando de transmitir a la población que los comunistas no dirigen su programa y agenda y que no serán determinantes en su futuro gobierno-; tras el enojo del PC tuvo que salir rápidamente a aclarar que otros representantes del comunismo participarían activamente de su gobierno, nombrando a Karol Cariola e incorporando como vocera a nada menos que otra comunista (o ex comunista), Iskia Siches.

Finalmente, y no menos importante, ha tratado de disipar miedos frente a los efectos económicos de su programa de gobierno, pero no hay luces de cambios en este, y el PC ya ha amenazado en varias oportunidades que no los aceptará.

Este candidato, no pasa la prueba de blancura del rechazo a la violencia y su alejamiento del Partido Comunista, del respeto a la democracia y su creencia en el crecimiento, ni siquiera olvidando su historia y sólo evaluando sus preferencias reveladas la semana recién pasada. Los hechos hablan más que mil palabras, y el lobo, aunque se vista de oveja, lobo se queda.(El Líbero)

Michelle Labbé

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