Andrea Repetto: reforma laboral debe promover productividad

Andrea Repetto: reforma laboral debe promover productividad

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La implementación de la reforma laboral desató una nueva polémica entre el Gobierno y los empresarios, quienes han mostrado su molestia por considerarla una medida pro sindicalista y aseverar que perjudicará la productividad y el crecimiento del país.

La economista y directora del Centro de Políticas Laborales de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrea Repetto, es enfática en señalar que «es deber del Gobierno lograr un balance equitativo, que promueva la productividad de la empresa, proteja los derechos de los trabajadores y asegure que ellos participen de las ganancias de productividad».

Eso sí, valora algunos puntos de la reforma, como la posibilidad de pactar jornadas laborales y descansos distintos de los estipulados por el código actual, ya que desde su perspectiva permitiría introducir espacios para mejorar tanto la productividad como las condiciones laborales.

-¿Cual es su evaluación de la reforma?

-La esencia de la reforma es ampliar y favorecer la negociación colectiva, promoviendo el diálogo al interior de la empresa. La ley actual limita de manera significativa los espacios de negociación, impidiendo aprovechar acuerdos que generen beneficios a ambas partes de la relación laboral. El proyecto amplía las materias a negociar, incorporando aspectos que son claves para los empleadores e introduce mecanismos para que estas negociaciones se realicen de manera equitativa.

-¿Cuáles son los principales aportes al actual sistema?

-Se suele decir que el Código del Trabajo chileno es rígido. Sin embargo, en mi opinión, la única rigidez real es la imposibilidad de negociar, adaptar jornadas y descansos a la realidad de la empresa y los trabajadores. La ley supone que la organización de la jornada en torno a 45 horas semanales es adecuada para todos los sectores, en todos los períodos del año y circunstancias del ciclo económico. Como la realidad no es así, el Código del Trabajo se ha ido llenando de excepciones que reconocen esta diversidad, y la Dirección del Trabajo ha ido otorgando crecientemente permisos especiales para organizar la jornada de formas distintas.

No hay motivos para que los trabajadores, debidamente representados por los sindicatos, y sus empleadores no puedan acordar modificaciones de materias como éstas. Esta ha sido una demanda central de los empresarios que la reforma recoge.

-¿Hay puntos que pueden perjudicar el empleo?

-Más bien creo que el proyecto deja oportunidades sin aprovechar. En particular, llama la atención que exija ciertas tasas de sindicalización en la empresa para negociar jornadas y descansos y que haya gradualidad en su implementación. Es muy importante que los trabajadores estén bien representados en la negociación, pero hay que tener cuidado de no dejar afuera a las empresas que están más rezagadas tanto en productividad como en condiciones laborales. Muchas veces las empresas pequeñas deben dejar pasar oportunidades productivas porque tienen copadas las horas extraordinarias. Ellas pueden beneficiarse enormemente de las oportunidades que abre la reforma, pero estos requisitos pueden dejarlas fuera.

-¿Coincide con la CUT en que hay que eliminar las causales de despido «por necesidades de la empresa» y «razones de fuerza mayor»?

-Desde el retorno a la democracia, con contadas excepciones, los cambios legislativos implementados se han centrado en la regulación de los contratos individuales de trabajo. Esta vez es el turno de la negociación colectiva. Agregar más temas sólo puede dificultar la discusión.

-Según un sondeo de Libertad y Desarrollo, 47% de los trabajadores encuestados considera que no son necesarios los sindicatos. De acuerdo a eso, ¿Chile necesita más sindicatos?

-Dada la regulación actual que limita de manera importante los temas a negociar colectivamente, no existen muchos beneficios por pertenecer a un sindicato. De aprobarse la reforma, ello debiera cambiar. Sin embargo, más relevante que cuántos trabajadores están sindicalizados, es cuántos están cubiertos por la negociación colectiva. En la OCDE, mientras menos del 30% de los trabajadores está sindicalizado, la negociación colectiva cubre a más del 50% de los trabajadores.

-¿Para las empresas es mejor contar con un sindicato o entenderse directamente con los trabajadores?

-Tanto a las empresas como a los trabajadores les conviene conversar y acordar las condiciones laborales, pero es importante que las partes estén bien equiparadas. Si la negociación es a nivel individual, es más difícil esperar que los derechos de los trabajadores queden debidamente resguardados. Por ello hace sentido que las nuevas materias sólo se negocien con sindicatos que representen de manera permanente los intereses de los trabajadores. (La Segunda)

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