El diputado socialista Osvaldo Andrade quien fuera Ministro del Trabajo en el primer gobierno de Michelle Bachelet criticó abiertamente el estado en el que actualmente está el proyecto de Reforma Laboral que se tramita en el Congreso, que ha generado una fuerte molestia en las organizaciones de trabajadores, que acusan a los legisladores del bloque oficialista de incluir algunas cláusulas que finalmente favorecen a los empresarios, desvirtuando el espíritu original del proyecto.
«Me hago cargo de dos paquetes de indicaciones que se han presentado: las de senadores de la Nueva Mayoría y las del Ejecutivo. En las indicaciones presentadas por los senadores PPD-DC hay un claro retroceso. Algunas de ellas afectan derechamente las matrices básicas del proyecto, específicamente en materia de titularidad sindical y auténtico derecho a huelga. Estoy de acuerdo en que haya tratamientos especiales para las pequeñas empresas, de menos de 50 trabajadores, pero con una limitación: que no signifiquen disminución de los derechos de los trabajadores» dijo en entrevista con La Tercera.
En este sentido el parlamentario compartió la molestia expresada pEn eso no tiene razón, porque la CUT ha estado siempre dialogando con el gobierno, y estas cosas las ha conocido. A mí no me vengan con cuentos.or la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) «La CUT tiene razón cuando dice que aquí hay un reemplazo interno encubierto. Lo que hay que resolver es establecer las condiciones para que eso no sea posible. ¿Eso va a significar ir a comisión mixta? No tengo ninguna duda de que vamos a ir a comisión mixta», dijo
Sin embargo, criticó que la multigremial haya expresado que cortó el diálogo con el gobierno. «En eso no tiene razón, porque la CUT ha estado siempre dialogando con el gobierno, y estas cosas las ha conocido. A mí no me vengan con cuentos» aseguró.
A juicio de Andrade «estuvimos un mes perdiendo el tiempo. Estuvimos un mes tratando de componer algo que desde el inicio se supo que parece que no tenía cómo componerse» dijo y en esa línea apuntó directamente al Ejecutivo. «Al gobierno ya no le mando más recados por la prensa. Si quieren conversar, formalicemos una conversación. Me aburrí de las conversaciones para callado. Si quieren que arreglemos este problema, formalicemos una conversación. Con uno de los proyectos estructurales de este gobierno, como es la reforma laboral, la Nueva Mayoría no puede darse el lujo de que por desatinos en la fórmula de hacer este diálogo terminemos en una confrontación de esta naturaleza», afirmó.
El parlamentario criticó que el gobierno dedicara todos sus esfuerzos en buscar entendimiento con los empresarios, pero especialmente admitió que «me desilusiona que la misma argumentación que yo le escucho al gran empresariado, con quien también converso, son reproducidas por compañeros de mi coalición. Eso me desilusiona: escuchar que las mismas cosas que dice el señor Von Mühlenbrock, el señor Salas, esos mismos argumentos, los mismos, con las mismas comas, con los acentos, se las escucho a mis compañeros de coalición»
En ese contexto, enfatizó que «a algunos personeros de gobierno de repente también les escucho los mismos argumentos de los empresarios, sin duda».

