Altamirano, senador por casualidad-Demetrio Infante Figueroa

Altamirano, senador por casualidad-Demetrio Infante Figueroa

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En la elección senatorial por la circunscripción de Santiago de 1965 se elegían cinco senadores. Finalizados los escrutinios, estos arrojaron que la lista DC elegía cuatro, pero llevaba solo tres candidatos: José Musalem, Rafael A. Gumucio y Tomás Reyes V. La lista que seguía en preferencias era la comunista, por lo que eligió a su primera mayoría, que era Volodia Teitelboim. En otras palabras, cualquiera hubiera sido la persona que hubiera ocupado el cuarto lugar en la lista democratacristiana, habría resultado electa. Frente a esa carencia, la ley disponía que el quinto a seleccionar era el candidato que hubiera obtenido la primera mayoría en la lista que seguía en preferencia al quinto lugar y, dentro de ella, a su primera mayoría. Dicha lista era la socialista y el candidato más votado dentro de ella era Carlos Altamirano. O sea, este último fue electo gracias a la imprevisión democratacristiana de no presentar cuatro candidatos en su lista.

Pero más allá de lo anterior, resulta que el siempre traumático paso de la vida a la muerte ha dado lugar a que se levanten voces alabando la figura de Altamirano. Para quienes en esa época seguimos desde dentro del Senado los hechos políticos acaecidos, lo anterior resulta inexplicable, toda vez que Carlos Altamirano no aportó nada sustantivo a los trabajos de esa Corporación, con su liderazgo radicalizó a su propio partido, se dedicó a sembrar el odio y la violencia entre los chilenos, obstaculizó la labor de su amigo de toda la vida que ocupaba la presidencia de la República y fue quizás el mayor artífice del trauma que sufrió Chile. (El Mercurio Cartas)

Demetrio Infante Figueroa

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