Adopciones del Sename caen a su cifra más baja desde el 2000

Adopciones del Sename caen a su cifra más baja desde el 2000

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Los registros de adopciones del Servicio Nacional de Menores (Sename) llegaron a su punto más bajo en 2017 en un periodo de 17 años, contabilizando 428 adopciones tanto nacionales como internacionales.

Al respecto, la directora el servicio, Susana Tonda, señaló a El Mercurio que la baja en el proceso responde a razones sociológicas, sanitarias y cambios culturales, pero además “se suma una tendencia que se ha ido generalizando en los últimos años, en que se privilegia el vínculo del niño con su familia biológica más que el derecho de ese niño a vivir en familia”.

A eso, hizo ver que “el riesgo es que si no se realiza un buen trabajo de revinculación familiar en un tiempo acotado, el niño puede eternizarse en las residencias”.

Este punto genera especial preocupación entre los especialistas, dado que los menores pueden estar hasta 8 años esperando esa revinculación, pero una vez que son declarados susceptibles de ser adoptados ya son más grandes y con ello se dificulta el proceso de encontrarle una nueva familia, considerando que los adoptantes privilegian a los lactantes.

“Se ha ido instalando una mirada extremadamente ‘biologisista’ que a toda costa busca que los niños permanezcan con su familia biológica, aún cuando eso constituya una mayor institucionalización en las residencias”, dijo Raquel Morales, directora de Adopción de la Fundación Mi Casa, suspendida recientemente por un enlace fallido.

Esa misma visión reforzó la cuestionada ex directora del Sename, Marcela Labraña: “Los lactantes que tienen opciones de ser susceptibles de ser adoptados cada vez son menos, y los adultos buscan una guagua. Eso dificulta el proceso”.

Tanto los expertos como los organismos colaboradores del servicio apuntan a la demora de los Juzgados de Familia al declarar qué menores están en condiciones de ser entregados a adopción.  En una especie de mea culpa, la jueza de Familia, Gloria Negroni, reconoció: “No hemos sido capaces de enfocarnos en cómo restablecer lo más rápido posible el derecho del niño a vivir en familia”. (El Mercurio-El Dínamo)

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