Un cambio de tono pareciera haber en el mundo de los trabajadores respecto a las implicancias de la llamada reforma laboral. A seis meses de su íntegra vigencia, una encuesta realizada por
Adecco Chile reveló una disminución entre las personas ocupadas que preveían consecuencias favorables de la misma.
Puntualmente, la medición de la empresa de recursos humanos entre cinco mil trabajadores a lo largo del país arrojó que sólo el 8% de la muestra reconoce a estas alturas un impacto positivo en su actual empleo.
De dicho grupo, los que han percibido una mejora en las oportunidades de trabajo llegan a 6% y quienes creen que se generaron repuntes económicos a sólo 2%.
En todos los casos, se trata de cifras inferiores a las que arrojó el estudio aplicado a un mes de aprobados los cambios al Código del Trabajo, que se estima como los más importantes de los últimos 30 años. A esas alturas, el 29% de los trabajadores tenía una percepción auspiciosa del nuevo marco normativo, con un 20% que esperaba un favorable efecto en las oportunidades de empleo y un 9% en las condiciones económicas.
En línea con lo anterior, el 48% de los encuestados resienten un perjuicio a raíz de la implementación de la normativa. De ellos, el 43% indica que aumentó el desempleo y el 5% cree que tuvo una consecuencia desfavorable en su salario.
La percepción desfavorable frente a esta reforma aumentó en nueve puntos porcentuales con respecto al escenario de hace cinco meses.
Sin embargo, desde Adecco Chile destacan que si bien aumentó la preocupación por efectos que la reforma pudiese tener sobre el desempleo y la falta de oportunidades laborales, disminuyó el temor a su efecto en las remuneraciones.
De ahí que el director Comercial de Adecco Chile, Aldo Sepúlveda, destaca “la importancia que tiene en la evolución del mercado laboral, la flexibilización de los sistemas de contratación y la necesidad de la evolución de las estructuras organizacionales para adaptarse no solo a las nuevas normativas sino a las exigencias que demanda el futuro del trabajo”.
Finalmente, y más allá de quienes le ven implicancias en blanco o negro, hay un porcentaje -el que llega a 44%- que expresó que la puesta en marcha de la reforma Laboral no afectó en nada su realidad laboral.
¿HAY DECEPCIÓN?
Para Sepúlveda los resultados de la encuesta revelan que “la percepción de incertidumbre de los trabajadores permanece”, aunque -agrega- la situación del mercado laboral no se ha deterioriado.
Precisamente, y contraria a las proyecciones prevalecientes entre economistas de la plaza, desde abril a la fecha la tasa de desocupación nacional se ha tendido a estabilizar por debajo del 7%. Esto, como también lo destaca el ejecutivo de Adecco Chile, de la mano de los cuenta propia y favorecido por las estacionalidades del comercio, incluidas fechas como el Día del Niño y Fiestas Patrias.
De todas formas, concluye Sepúlveda, todavía es “precipitado concluir si existe decepción en torno a esta nueva normativa, o si el retorno lo tendremos en el mediano plazo”.
BALANCE DEL GOBIERNO
A comienzos de octubre, las autoridades del Ministerio del Trabajo, encabezadas por la titular de la cartera, Alejandra Krauss, hicieron un positivo balance de los primeros seis meses de vigencia de la Ley que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales. Y el mensaje esencial fue para los críticos: «Se pueden descartar los escenarios de mayor conflictividad y judicialización».
Durante abril-septiembre se observaron 47 huelgas, de las 334 aprobadas, lo que implicó una baja de 25% a 14% de las movilizaciones con respecto a 2016. «La explosión de conflictividad que dijeron algunos sectores y expertos no ha sido tal», dijo Krauss en ese entonces.
La duración de las paralizaciones, a su vez, se situó dentro del promedio de los últimos cinco años, alcanzando los 13,9 días.
Las autoridades informaron que el 18,8% de las empresas (2.177) que potencialmente podría haber requerido de servicios mínimos, en efecto lo hizo, lo que se enmarca -dijeron- dentro de las cifras esperadas por el ministerio.
Además, un 38% se hizo en virtud de un acuerdo entre empresas y trabajadores. Adicionalmente, solo trece causas de servicios mínimos han sido reclamadas ante la Justicia, lo que representa el 1,17% en relación a las negociaciones de este año, y un 3,1% en relación a los servicios mínimos calificados durante 2017. Por último, se precisó de la apertura de dos causas sobre grupos negociadores, lo que representa solo un 0,17% de las negociaciones colectivas de 2017. (DF)