¿Un debate más o uno menos?

¿Un debate más o uno menos?

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Ayer por primera vez los 8 candidatos presidenciales se vieron las caras en igualdad de condiciones, en el Debate de la Asociación Nacional de la Prensa. Lo más simbólico es sin duda, que lo hicieran en el pleno del Congreso Nacional en Valparaíso, que es el mismo lugar donde el próximo 11 de marzo deberá jurar quien de ellos logre ganar la elección presidencial.

Un formato muy tradicional, de preguntas y respuestas con alguna posibilidad de réplica frente a interpelaciones directas, pese a lo anterior se produjeron al menos un par de cruces interesantes entre los distintos candidatos. Marco Enríquez-Ominami logró captar la atención y generar tensión en sus interpelaciones a Sebastián Piñera, aunque el tema de los derechos humanos quizás fue poco efectivo, pensando en que el expresidente tiene una trayectoria conocida y valorada transversalmente en esta materia.

Por otro lado, un muy conservador Alejandro Guillier tuvo la oportunidad de ponerse la camiseta del candidato de la continuidad de la Presidenta Bachelet, algo a lo que se ha resistido en otras ocasiones de manera expresa. Marcando la diferencia con Beatriz Sánchez, quien muy tempranamente marcó un discurso de diferencia y distancia con el actual gobierno de la Nueva Mayoría, leyendo el programa de gobierno donde se prometía no usar en La Araucanía la ley antiterrorista, lo que terminó no cumpliendo. Es aquí donde Sánchez define el espacio que busca representar los desilusionados de la Nueva Mayoría y sus promesas pero desde la izquierda.

Los debates siempre generan expectativas, pero cada vez más acotadas, esta campaña electoral especialmente aparece como falta de ritmo y temperatura, y esos mismos defectos se vieron reflejados en el debate. Pareciera que todos los candidatos leyeron el mismo manual de campaña, y vieron el debate un riesgo más que una oportunidad, lo que termina favoreciendo a Sebastián Piñera por ir primero en las preferencias y ser el más probable próximo Presidente, y a Alejandro Guillier en su propia competencia por quien pasara a la eventual segunda vuelta electoral.

Desde la mirada de los ciudadanos, que los periodistas repitan las mismas preguntas que se les han hecho tantas veces a los candidatos poco ayuda a abordar nuevos temas, sobre todo cuando los criterios de actualidad noticiosa se ponen por encima de los temas de mayor interés electoral de los ciudadanos. Es aquí donde el equilibrio entre ambos sigue siendo una tarea pendiente para los periodistas y los medios de comunicación. La pregunta de si ¿este fue solo un debate más o es uno menos de cara a la elección presidencial?, pasa en gran medida por el escaso impacto que tiene en la campaña y en la intención final de voto de los electores.

 

La Tercera

 

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