El lunes 18 de abril TVN optó por dejar de lado la transmisión de películas extranjeras en el bloque vespertino para volver a apostar por un producto nacional, y de paso experimentar con Once comida, una especie de sketch en vivo que va de lunes a viernes a las 20.30 horas.
Es el primer espacio de factura propia que se toma las tardes de la señal pública luego del final de la teleserie Matriarcas (diciembre 2015), la que obtuvo una sintonía promedio de 6,1 puntos, pero el camino no ha sido fácil.
Once comida, que tiene como protagonistas a los actores Patricio Torres y Katty Kowaleczko y que muestra la vida de una familia típica chilena, debutó con 5,3 puntos de rating. Es una de las grandes apuestas de este semestre, cuyo principal propósito es construir audiencia y así armar un tren programático potente que brinde un buen piso de rating al noticiario y a los espacios prime.
Sin embargo, nuevamente en un horario clave, la señal no ha conquista a la audiencia: el espacio promedia 3,4 puntos de sintonía en su primer mes al aire. Esa escuálida cifra, tiene a TVN cuarto en el bloque que va entre las 20.30 y las 21 horas, mientras que el líder vespertino inamovible es la ficción nacional de Mega Pobre gallo. En el segundo lugar está Caso cerrado (CHV), y más abajo se encuentra Canal 13 con la transmisión de Terra nostra- teleserie brasileña de época que fue emitida años atrás por el mismo canal.
Este complicado escenario de sintonía vespertino se arrastra desde octubre de 2014, cuando el canal público programó Caleta del sol, la primera ficción que se realizó luego de que la directora María Eugenia Rencoret y su equipo emigraran a Mega. La teleserie duró dos semanas en el horario de las 20 horas, y, desde entonces, entre series y teleseries, no se ha programado ningún espacio que logre levantar audiencia, o superar los dos dígitos en sintonía.
Christian Maringer (Solamente Julia, Esa no soy yo) es el director de Once comida y un convencido de que este programa “necesita de un tiempo de instalación”. “Invitar a la audiencia y lograr dialogar con ella no es un asunto instantáneo, o al menos no lo es siempre. Siento que en la etapa en que está nuestro canal es importante generar fidelidad y confianzas, que el espectador sienta, al igual que nosotros, que se están haciendo las cosas bien”, reflexiona.
Una de las mayores dificultades a las que dice enfrentarse a diario el equipo que hace Once comida es el hábito que tienen los chilenos de consumir teleseries nacionales a las 20 horas, costumbre a la que contribuyó por años TVN. “Hace varias décadas que la ficción nacional, específicamente las teleseries, ocupan un lugar importante en las parrillas de los canales y en eso TVN ha sido protagonista. Hoy se trabaja fuertemente para volver a reencantar a ese público y en ese sentido, pese a no ser una teleserie, Once comida como ficción nacional reúne muchos elementos que nos acercan a ese objetivo”, dice Maringer.
Actualmente, TVN trabaja en la que será su nueva telenovela de la tarde, El camionero, esperando revertir el escenario.


