Así como hay políticas de Estado que trascienden gobiernos de distintos signos políticos, existe un consenso transversal: el modelo de financiamiento de Televisión Nacional de Chile (TVN) se agotó.
La modernización y fortalecimiento de TVN es un imperativo crucial para robustecer nuestra democracia y seguir avanzando hacia una sociedad más unida y cohesionada. Durante 55 años —sin contar su intervención en dictadura—, el canal ha sido un espacio de encuentro para nuestras diversas voces y culturas, integrándose en el ADN de nuestra patria.
TVN nos ha brindado momentos inolvidables de reunión familiar en torno a la televisión, entregándonos contenido de calidad para todas las edades y visiones. Ha logrado conectarnos a lo largo y ancho de nuestro territorio, promoviendo la valoración de las identidades locales mediante sus nueve centros regionales, o conectándonos con chilenos en el exterior a través de nuestra señal internacional. Es también parte de nuestra memoria, ya que ha acompañado y documentado importantes procesos de la historia reciente.
Sin embargo, nuestro canal tiene un problema. Todo este esfuerzo que implica cumplir con su misión pública se pone en riesgo con el modelo de financiamiento actual. Nuestra televisión pública es una anomalía en el mundo, ya que tiene la obligación de autofinanciarse y competir “de igual a igual” con canales privados, y pongo las comillas, porque TVN, a diferencia de los otros canales, tiene cargas y requisitos legales que los otros no.
Esta situación se agrava por el cambio en el consumo de las audiencias. Según el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), los chilenos prefieren cada vez más las redes sociales sobre la televisión tradicional, lo que conlleva la migración masiva del avisaje a estas plataformas en desmedro de la “pantalla chica”.
Esto ha sido una preocupación constante de los últimos gobiernos. En 2008, la expresidenta Michelle Bachelet presentó un proyecto para modernizar TVN y reafirmar su misión pública en torno a su contribución a la democracia y los derechos humanos. Esta iniciativa llevó a una nueva capitalización, necesaria para sostener su digitalización y el desarrollo de un nuevo canal cultural familiar. El proyecto fue modificado en 2016 y se convirtió en ley en 2018, diez años después de su ingreso. Posteriormente, de cara a la velocidad de las transformaciones tecnológicas en las comunicaciones, el expresidente Sebastián Piñera presentó otra iniciativa en 2022, donde ya se reconocía la necesidad de otorgar a TVN un financiamiento mixto de carácter permanente.
El Gobierno del Presidente Boric posee —al igual que los gobiernos pasados— la convicción de que las actuales reglas de TVN cumplieron su ciclo, y de que nuestro medio público merece que abordemos sus desafíos a tiempo y con visión de futuro. Por eso, decidimos tomar la posta del camino recorrido y asegurar que TVN sea un espacio donde se discutan y visibilicen temas de interés público, con libertad y pluralismo, protegiendo así la democracia y el derecho a la información de todas y todos.
Así, anunciamos la presentación de una serie de indicaciones para dar un nuevo impulso al proyecto de ley ingresado en 2022, enfocándonos en fortalecer la misión pública de TVN y, con esto, contribuir a convertirlo en un grupo de medios público robusto y moderno.
Nuestra propuesta busca fortalecer y ampliar la estructura de gobernanza de TVN, de forma que esta sea más democrática y representativa de todas las visiones, incluyendo el derecho a voto de sus trabajadores en el directorio. Además, en razón de su misión pública que lo distingue de otros canales, su régimen económico debe ser mixto y sustentarse sobre una base de financiamiento independiente. La figura de endowment o fondo patrimonial permitirá a TVN reforzar su autonomía económica, permitiéndole no depender exclusivamente de los gobiernos de turno y de los vaivenes de la discusión presupuestaria anual.
El modelo de financiamiento del canal público está agotado. Estos cambios son la primera piedra en la construcción a largo plazo de un TVN fortalecido. Nuestra invitación es a construir en conjunto el TVN del mañana, logrando que este refleje la voz de las chilenas y chilenos, de sus visiones, que se vean representadas todas y todos, porque en esa diversidad está nuestra riqueza.
Solo así TVN podrá hacer realidad la ambiciosa misión de ser la vitrina de nuestra sociedad. Porque TVN es de Chile y es Chile, y debe seguir siendo el canal de todas y todos. (El Mercurio)
Camila Vallejo Dowling
Ministra de la Secretaría General de Gobierno
