Más de cuatro horas duró la reunión extraordinaria del directorio de TVN -convocada para debatir sobre la marginación del periodista y rostro de TVN, Matías del Río, del programa Estado Nacional– y que se avizoraba tensa entre sus miembros.
El encuentro fue antecedido por una carta que a través de un correo electrónico mandó esta mañana el propio Del Río a los siete directores de la señal estatal en la que les pidió su apoyo luego de que, a propósito de este episodio, la presidenta del Tribunal de Ética del Colegio de Periodistas, Ethel Pliscoff, afirmara que “Matías del Río, como periodista, tiene fallas éticas graves”.
Tras el debate, el directorio de forma unánime -a excepción de Nivia Palma quien no acudió al encuentro por encontrarse enferma- adoptó la decisión de respaldar al periodista ante las acusaciones de Pliscoff.
“Si él pretende ser cientista, político, analista, o sea, dar su opinión, perfecto, bienvenido sea, pero los periodistas no estamos para dar nuestras opiniones en las preguntas, y encima hacer las preguntas más largas que las respuestas”, había opinado Pliscoff en entrevista con La Voz de los que Sobran.
El gesto busca ser entendido como una señal de respaldo al profesional, luego de que el canal recibiera acusaciones de “censura” por parte de distintos sectores políticos por la decisión de removerlo del programa televisivo. Según fuentes de la señal estatal, en la reunión extraordinaria no se acordó cambiar ni revertir la decisión, pero se evaluaron otras alternativas, las que aun no han sido confirmadas. Una de ellas, por ejemplo, es que el periodista pueda participar en otros programas televisivos con un rol estelar.
Entre las conversaciones que se dieron no hubo discrepancias respecto de que las acusaciones de Pliscoff eran “infundadas”. Las mismas fuentes aseguran que el tema de las tensiones en el directorio fueron tocadas, pero que se dio en un clima de respeto, y que no había nada más que decir, ya que todos los directores habían emitido su opinión.
Al cierre de esta edición, el directorio se encontraba evaluando la forma de hacer pública la decisión del respaldo.
En su carta, Del Río fue directamente al grano con su petición.
“Habida cuenta de la gravedad de tal acusación, vengo respetuosa y formalmente a solicitar al Directorio de TVN un pronunciamiento acerca de estas declaraciones y que se manifieste un rechazo rotundo a las mismas, por ser severa y peligrosamente infundadas, tanto en lo que se refiere a la trayectoria y compromiso de TVN con la imparcialidad, el pluralismo y la tolerancia desde el retorno de la democracia, como en lo relativo al cumplimiento estricto que he dado a mi deber como profesional del periodismo”, planteó.
En la misiva agregó que “estar en el centro de esta polémica supera con mucho a mi persona. No han sido días agradables. Sin embargo, me preocupa que, a propósito del caudal de los ataques, descargos, defensas, imputaciones y sospechas que se han cruzado en esta polémica, se instale la idea de que Televisión Nacional de Chile habría estado desertando de su misión de informar con objetividad y de resguardar los principios de pluralismo e imparcialidad de una televisión pública al servicio de todos los chilenos”.
Añadiendo que “si bien no se necesita mucha sagacidad para advertir, por momentos, la huella oportunista de resueltos enemigos de la libertad de prensa y de la vocación pública de nuestro canal, le escribo al Directorio, concretamente, en relación con la declaración de la Presidenta del Comité de Ética del Colegio de Periodistas. Según dicha dirigente, mi desempeño habría estado marcado por el proselitismo y por sesgos políticos que ella considera inaceptables. Sólo para ilustrar el tenor de sus declaraciones públicas, ha dicho que “todos hemos visto, durante un par de años, que Matías del Río, como periodista, tiene fallas éticas graves. Tal declaración, además de poner infundadamente en entredicho a mi persona como periodista, pone en duda la trayectoria de Televisión Nacional de Chile y, con ello, la responsabilidad del Directorio de TVN’”.
Para luego concluir que “sin duda que en el fragor de las pugnas políticas se emiten muchas veces acusaciones sin fundamento que no resisten con posterioridad un análisis sereno, pero en este caso las cosas han llegado demasiado lejos, en términos que, más allá de mi persona, es la televisión pública lo que está juego”.
Esta semana, la decisión de remover a Matías del Río de Estado Nacional provocó polémica debido a que se tomó a un mes del plebiscito de salida y luego de que Nivia Palma escribiera duras críticas en Twitter al programa que el periodista solía conducir junto con Constanza Santa María.
Ello escaló incluso entre los propios directores. De hecho, en una maniobra inusitada, los miembros de la oposición enviaron una declaración pública en la que criticaron la decisión y expresaron su desacuerdo. “Esta decisión está motivada por razones políticas”, afirmaron en la misiva.
Agregando que “consideramos que constituye un daño enorme a la autonomía de la televisión pública y a su esencial pluralismo (…) La marginación de Matías del Río se llevó a cabo sin conocimiento del directorio, sino que se informó con posterioridad y sin dar ningún argumento concreto de naturaleza profesional que lo justificara”. (La Tercera)


