A la espera de que el Gobierno defina un candidato para la Corte Suprema en el cupo del ministro Carlos Cerda, en la oposición continúan las conversaciones para consensuar un nombre a acordar con el Ejecutivo. La idea es, eso sí, que no se vuelva a repetir el quiebre que se generó en el sector con la designación de Ángela Vivanco, luego de que el PS desconociera el acuerdo y votara en contra.
En medio de esas conversaciones, los socialistas -que esta vez han estado algo más distantes de la negociación, señalan en el Congreso- han transmitido, a través de los senadores José Miguel Insulza y Alfonso De Urresti, que aceptarán el nombre que reúna más apoyos opositores. «No podemos volver a dividirnos. El que tenga más votos debe ser respaldado por todos», aseguró el jefe de comité PS, Rabindranath Quinteros.
Con ventaja corren, afirman en la centroizquierda, Mauricio Silva -carta de Francisco Huenchumilla (DC) y Felipe Harboe (PPD)- y Javier Moya, quien cuenta, entre otros, con el respaldo de Guido Girardi (PPD). En medio de ese debate, Silva estaría sumando más apoyos, como el del senador del Frente Amplio (FA), Juan Ignacio Latorre. El parlamentario indicó que Silva es su segunda opción, después de Roberto Contreras. No obstante, ello es leído en la oposición como un apoyo a Silva, dado que Contreras no suma mayores adeptos.
«Nos interesa ponderar en el nuevo ministro una amplia experiencia en DD.HH. Los perfiles de Contreras y Silva serían los más adecuados», indicó Latorre en una minuta, en la que desestima la opción de Moya debido a que este suele inhabilitarse en causas de DD.HH., ya que declaró en el informe Valech como víctima. (El Mercurio)
