La jornada de este jueves se desarrolló una reunión clave entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores por el reajuste del salario mínimo.
Tras dos horas de reunión, sin resultados terminó el primer encuentro formal entre la CUT y el Ejecutivo, siendo calificado como una instancia de carácter «protocolar» por la multisindical.
La cita fue encabezada por los ministros de Hacienda y Trabajo, Rodrigo Valdés y Ximena Rincón, junto a la mesa directiva de la multigremial.
Al término del encuentro, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, afirmó que «no han puesto una cifra sobre la mesa». La dirigente planteó que la disposición del Gobierno a negociar, debe traducirse en un resultado.
El gerente general de la Confederación para la Producción y el Comercio (CPC), Fernando Alvear, planteó que el eventual reajuste debería considerar los «embates de la economía año a año», plegándose a la propuesta de la Comisión Tripartita que propuso un aumento de 2,2% anual por diez años.
La CUT planteó que los pisos mínimos del reajuste no pueden ser inferiores al acuerdo alcanzado en la última negociación de julio de 2014, el que fue de 7,1% y que elevó el ingreso base hasta los 250 mil pesos.
Consultado el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz. sobre cómo recibió este criterio Hacienda, “casi les dio infarto”, respondió el dirigente medio en broma medio en serio.
Si se adopta el parámetro de la CUT implicaría terminar el Gobierno de Bachelet con un monto cercano a los $300.000 de salario mínimo, equivalente a un 8% de incremento anual.
“El Gobierno repitió su argumento de la desaceleración y el aumento del desempleo. Y se le respondió que estamos conscientes del minuto complejo, pero que el reajuste va a retornar al mercado y puede movilizar la economía”, planteó Díaz.
La multisindical y el Ejecutivo se reunirán nuevamente el lunes, instancia en la que se darían a conocer las cifras de incremento, a pesar de que el proyecto podría ser presentado el martes. (DF-Pulso)
