Uno, mira más allá de la coyuntura, mientras los otros partidos están atrapados en la lucha diaria, especialmente en el Congreso. Considera el corto y el largo plazo y busca contribuir a superar la división del país entre el Sí y el No. Reivindica a la derecha, un actor fundamental en nuestra larga y accidentada historia republicana.
Dos, RN se propone ocupar el centro político, vacío al ser abandonado por el PR (actual PRSD) y el PDC. Ambos partidos se han desplomado en el electorado y como organización y no han utilizado el poder político de partidos pequeños, indispensables para la formación de gobiernos de coalición, como lo hizo el FDP en Alemania, que nunca superó un 10% del electorado.
Con ello, reequilibrará el sistema político. Desde el siglo XIX se apoyó en tres pilares: partidos de derecha, centro e izquierda, con dos colectividades en cada sector. Liberales y conservadores en la derecha; PR y DC en el centro; socialistas y comunistas en la izquierda. Desde 1932, los gobiernos estuvieron integrados por partidos de centro, con cuatro presidentes de la República, con la excepción del general Carlos Ibáñez.
Tres, la directiva de Mario Desbordes apunta a un partido de derecha, como los hay en Europa y señala la CDU de Alemania. Este es un partido exitoso, con 75 años de vida. Cinco de ocho cancilleres federales eran de la CDU, que dirigieron 51 de los 71 años de los gobiernos desde 1949. Lo hizo junto a su partido hermano de Baviera, la CSU, y en coalición con el partido de centro (liberales) o izquierda (SPD). Desde 1974, con la caída de las dictaduras en el sur y el este de Europa, ha sido un referente para la organización de nuevos partidos de centro y derecha. Apoyó al PDC desde los primeros días después del golpe.
Es de esperar que la política de RN prospere. Ella es necesaria para Chile hoy, que enfrenta una coyuntura extraordinariamente difícil. (El Mercurio Cartas)
Carlos Huneeus
