RN: prevén disputa interna por el control del partido post-elecciones

RN: prevén disputa interna por el control del partido post-elecciones

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Una disputa interna por la conducción de Renovación Nacional (RN), hoy soterrada, se transformará en una batalla abierta apenas concluyan las elecciones parlamentarias y presidenciales del 16 de noviembre. El enfrentamiento se da entre la directiva actual, liderada por el senador Rodrigo Galilea y la secretaria general Andrea Balladares, y el sector de oposición encabezado por el alcalde de Santiago, Mario Desbordes.

El quiebre más reciente y explícito ocurrió cuando Desbordes entregó su respaldo público al diputado republicano Álvaro Carter en el Distrito 12, en desmedro de la carta del partido, la vicepresidenta Ximena Ossandón. Este gesto fue calificado por Galilea como una «falta de lealtad política» y remitido al Tribunal Supremo de la colectividad.

El sector disidente, conocido como la «Derecha Social» —que incluye figuras como la senadora Paulina Núñez y el exministro Cristián Monckeberg—, acusa a la directiva de haber tomado decisiones perjudiciales y argumenta que el mandato de Galilea está vencido desde octubre. La directiva, en cambio, sostiene que existe una prórroga legal y que las elecciones internas están fijadas para marzo de 2026. Esta discusión refleja una lucha por la conducción de RN en el nuevo ciclo político.

El resultado electoral será decisivo para el futuro de la directiva. Alcanzar una bancada de 20 a 25 diputados sería un triunfo que consolidaría la continuidad de Galilea. Sin embargo, si la cifra cae por debajo de los 17 escaños actuales, o si la candidata presidencial Evelyn Matthei no logra pasar al balotaje, las recriminaciones y el ajuste de cuentas serán inevitables. Los opositores recuerdan haber advertido previamente sobre la conveniencia de realizar primarias internas.

Voces en la disidencia anticipan que el ajuste de cuentas ocurrirá si RN retrocede en parlamentarios, si Matthei pierde, si los Republicanos se consolidan como la primera fuerza de la derecha, o si Andrea Balladares no consigue su escaño. Aunque Desbordes ha negado aspirar a la presidencia, su sector articulará una lista para disputar el control, con Paulina Núñez como la carta más probable. También se barajan opciones intermedias, como negociar una mesa de consenso o apostar por un rostro nuevo como Andrés Longton. (NP-Gemini-La Tercera)