La comisión política de Renovación Nacional (RN) realizó ayer una dura evaluación de los resultados obtenidos en las recientes elecciones parlamentarias, en una instancia marcada por cuestionamientos internos y un debate abierto sobre el futuro de la coalición Chile Vamos (ChV). El expresidente de RN, Cristián Monckeberg, elevó el tono de la crítica al señalar en una carta que el bloque «ha cumplido su ciclo» y que, «a la vista de los resultados el fracaso es total, de Chile Vamos y sobre todo de RN».
En la misma línea, la senadora Paulina Núñez calificó el resultado para RN como «desastroso» tras la pérdida de escaños en la Cámara Baja, quedando con solo 13 diputados, aunque el partido logró mantener 9 cupos en el Senado. Estas recriminaciones han apuntado directamente a la gestión de la directiva liderada por Rodrigo Galilea y la secretaria general, Andrea Balladares, cuyas decisiones en la designación de candidaturas ya habían generado fricciones con la disidencia.
El presidente del partido, Rodrigo Galilea, reconoció ante la comisión un error estratégico al pactar con Demócratas, argumentando que este partido no aportó electoralmente a las listas. En una entrevista posterior, Galilea precisó que, si bien el resultado fue «excepcionalmente bueno» en la elección senatorial, con la obtención de cuatro escaños (dos en la V Región, uno en Maule y uno en La Araucanía), la baja de 19 a 13 diputados es una «noticia que no nos gusta».
Galilea explicó que la pérdida de diputados se concentró principalmente en la zona norte del país. Atribuyó esta baja a dos factores claves: la «lamentablemente baja votación» de los otros partidos del pacto, Evópoli y Demócratas, sumado a la irrupción y éxito del Partido de la Gente (PDG) en esas mismas regiones. El timonel de RN aseguró que sus candidatos en el norte encabezaron las listas más votadas del pacto, pero sufrieron el arrastre negativo de sus aliados y el impacto de la «ola del PDG».
Las críticas internas también se cruzan con la próxima elección de la directiva de RN, programada para el 28 de marzo del próximo año. Desde el oficialismo acusan a los personeros de la disidencia de utilizar la coyuntura para impulsar sus propios intereses eleccionarios. En este contexto, señalan que la llamada «derecha social», que incluye a figuras como Núñez y el alcalde Mario Desbordes, no logró que salieran electos varios de los candidatos que respaldaban, mencionando el caso de la excandidata por Antofagasta, Daniela Castro, y al menos otros siete postulantes.
El presidente regional de RN en O’Higgins, Víctor Blanco, ofreció otra perspectiva, señalando que la ciudadanía «privilegió con claridad las narrativas más duras y firmes por sobre el diálogo y la apertura» que históricamente han caracterizado al partido. Blanco cree que el «cansancio de los chilenos con este gobierno y la inseguridad» generaron un «efecto centrífugo» que golpeó a RN, aunque enfatizó la necesidad de revisar estrategias, nominaciones y alianzas. No obstante, destacó que RN se mantiene como el partido más grande a nivel municipal y territorial de su sector, con una base sólida para seguir adelante.
El diputado Diego Schalper desestimó el debate sobre el futuro de Chile Vamos, sugiriendo que es incentivado por «voces oportunistas» que buscan generar una discusión interna cuando el foco debería estar en fortalecer la candidatura presidencial. Schalper defendió la renovación de liderazgos, destacando la alta votación de figuras emergentes como la diputada Ossandón, el diputado Longton (quien fue el senador más votado de Chile) y la próxima senadora Balladares, y pidió que se les dé más voz a quienes liderarán en el futuro y no a los que han liderado en el pasado.
Finalmente, Monckeberg propuso un acuerdo para armar la próxima directiva sin competencia, al considerar que las condiciones no eran propicias para una disputa interna. El expresidente habría mencionado entre los nombres de consenso al diputado Longton y a la senadora Núñez. (NP-Gemini-Emol)



