Luego de plantear sus opiniones críticas sobre el proceso constituyente (algunas atendibles, como los problemas prácticos que conlleva, otras, abiertas distorsiones respecto del sentido del mismo), el decano de Filosofía y Humanidades de la Universidad de los Andes, Jorge Peña Vial, remata declarando que “se añora y se requiere de decisiones firmes, y quizás autoritarias”, para lograr que sea el próximo Presidente el que convoque a un proceso constituyente.
Uno puede entender que el decano Peña Vial manifieste una posición en que promueva la postergación del proceso constituyente. Lo que no se comprende es que —quizá dudando de lo persuasivo de su llamado— deba recurrir al expediente de invocar la necesidad de retornar a prácticas autoritarias para imponer lo que él cree mejor para Chile.
Finalmente, es legítimo que Peña Vial considere que “el plebiscito produce una división artificial entre los chilenos”, pero discrepamos de dicha postura. Por supuesto, los votantes sufragarán de manera diversa en el plebiscito de octubre próximo (de hecho, entre los suscritos hay distintas preferencias al respecto), pero esas diferencias no necesariamente generan el tipo de divisiones que preocupan al señor decano. Es más, el zanjar nuestras diferencias políticas por medios electorales nos parece no solo más civilizado que hacerlo por medios autoritarios, sino que un modo de convivencia que, pensamos, en el largo plazo contribuirá a integrar de mejor forma a sociedades como la nuestra. (El Mercurio Cartas)
Javier Couso
José Francisco García
Constanza Hube
PUC
Gastón Gómez
UDP
Elisa Walker
Consejera Colegio de Abogados



