La académica Claudia Heiss, del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Chile, analizó los proyectos de reforma al sistema político, presentando serios reparos al que busca establecer un umbral del 5% para el ingreso al Congreso.
Heiss indicó que la norma, que dejaría fuera a los partidos pequeños, podría poner en riesgo la representatividad y parte de un diagnóstico erróneo al atribuir la crisis a la fragmentación política.
La experta sostuvo que el verdadero obstáculo para los acuerdos no es el número de partidos, sino el mal funcionamiento de estos, como la falta de disciplina y el personalismo de los parlamentarios que «se mandan solos».
Heiss advirtió que el 5% es una norma «muy gruesa que no aborda el problema de fondo», y consideró iluso eliminar la fragmentación solo por ley, sin abordar problemas estructurales.
La académica concluyó que la norma podría ser dañina al dejar sin representación a candidatos que obtengan una alta votación, e insistió en que los esfuerzos deben enfocarse en la conexión y representatividad.
MEDIDAS INSUFICIENTES PARA LA DISCIPLINA
Respecto al proyecto que busca cesar de su cargo a los parlamentarios que renuncien a su partido, la académica reconoció que podría aumentar la disciplina partidaria, pero lo considera insuficiente.
Heiss explicó que la medida no evitaría que los parlamentarios voten contra las directrices de su colectividad si no renuncian, limitando el poder real de esta norma para producir disciplina.
Sobre el segundo proyecto, que eleva las exigencias para constituir partidos (ocho regiones contiguas y mayor número de afiliados), Heiss opinó que tiene elementos útiles, como la dificultad de su proliferación.
La politóloga agregó que, dado que el voto es obligatorio, está bien aumentar los requisitos de firmas para la constitución de partidos, considerándolos ajustes importantes para el sistema político.
Heiss sugirió simplificar el sistema electoral eliminando los pactos y, con mayor énfasis, fortalecer la «dimensión programática» de la política para que los ciudadanos voten por ideas y no solo por personas.
Según la académica, los partidos han abandonado históricamente la dimensión programática por la gestión del poder, perdiendo la visión estratégica de la participación y la vinculación territorial.
La experta concluyó que la fragmentación es solo un síntoma de que los conglomerados no logran concitar adhesión ciudadana, y que el umbral del 5% en particular, puede producir más daño que mejora. (NP-Gemini-U. de Chile)



