La prueba Simce ha generado debate por sus contenidos, frecuencia y relevancia. Los resultados de la prueba 2014 no han dejado a nadie indiferente. El estancamiento en algunos niveles, y la baja en otros, han sido significativos. Destaca la caída de los resultados en la prueba de Comprensión de Lectura en 6º, 8º básico y 2º medio. Más que ahondar en si la prueba es un instrumento efectivo, en su frecuencia o en las posibles causas de la caída en la prueba de Lectura, quisiera profundizar en la gran diferencia que existe entre el grupo bajo y alto, al comparar los resultados según Grupo Socio Económico (GSE).
De acuerdo a los resultados publicados por la Agencia de Calidad de la Educación en la prueba de Comprensión de Lectura, en 2º medio la diferencia existente fue de 67 puntos entre los GSE bajo y alto (el año anterior fue de 72 puntos). En el caso de 6° básico, la diferencia fue de 48 puntos (el año 2013 fue de 51 puntos) y en los resultados de 8°, la diferencia fue de 58 puntos (51 puntos el 2013), aumentando esta distancia.
Según estos resultados, no se ve una tendencia en la disminución de la diferencia. Nos preocupa no vislumbrar en el futuro cambios objetivos que permitan aspirar a una mayor equidad en los resultados académicos entre los diferentes GSE de los estudiantes. En este aspecto, el poder tener acceso a la lectura es crucial.
Estos resultados preocupan a la UC y nos estimulan a aportar desde nuestras propias capacidades. La primera responsabilidad de la universidad es la formación de mejores profesores al servicio de los niños del país. Además, queremos potenciar nuestro programa Biblioteca Escolar Futuro UC, que consiste en la implementación de Bibliotecas Escolares en los campus de la universidad, y en donde la UC tiene presencia nacional a través de centros de investigación, es decir, en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Araucanía y Aysén. Estas bibliotecas tienen como público a estudiantes de establecimientos con alto Indice de Vulnerabilidad Escolar (IVE), quienes tienen acceso gratuito a espacios habilitados de manera especial, implementados con recursos y actividades de apoyo a la lectura. A través de esta iniciativa se busca entregar mayores oportunidades y acortar las diferencias determinadas por el GSE, para que éste no sea un factor tan determinante al evaluar la comprensión lectora. Proponemos que el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la educación superior (PACE) incorpore esta iniciativa en las escuelas. Una mayor equidad será posible en la medida que niños y jóvenes vulnerables tengan mayor acceso a literatura de calidad que los lleve al mundo de la lectura.
Si bien a través de esta iniciativa no se van a solucionar los principales problemas del sistema educacional del país, tenemos la convicción que el fomento de la lectura puede aportar a mejorar los indicadores del Simce que reflejan la significativa desigualdad del sistema escolar chileno. Esta propuesta busca ser un aporte para disminuir la diferencia lectora, porque entendemos que los niños de establecimientos vulnerables requieren tener mayor acceso a los libros.
