Cuatro horas estuvo reunido ayer el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, con representantes del movimiento feminista que desde el viernes tienen tomada la Casa Central. Este hecho, que no ocurría desde 1986, tiene dividida a la comunidad estudiantil, ya que la toma no fue validada por una votación por parte de todo el alumnado ni por un movimiento político de la casa de estudios.
Tras la reunión, el rector dijo que tienen la intención de negociar, y aseguró que durante la jornada de hoy no se producirán desalojos ni sumarios. «Pero si esto se prolonga, yo no puedo dar estas seguridades desde el día lunes», advirtió. Sin embargo, anoche voceras del movimiento anunciaron que, por ahora, la toma se mantendrá indefinidamente.
Entre las demandas se encuentran la creación de un curso de género obligatorio para todos los estudiantes, el uso de un lenguaje inclusivo, respetar el nombre social de las personas transgénero, la instauración de cuotas de género en cargos administrativos y el generar un nuevo protocolo para los eventuales casos de abusos sexuales al interior de la universidad.
El petitorio del movimiento fue presentado frente a las autoridades. «Existe voluntad de diálogo y estamos dispuestos a crear mesas de trabajo en las que estén presentes todos los estamentos», dijo Sánchez.
No obstante, otras de las demandas de las estudiantes no fueron abordadas durante la jornada de ayer; entre ellas, el que la Red de Salud UC Christus no sea objetora de conciencia respecto del aborto.
En la mañana, mientras se desarrollaba la reunión, un grupo de estudiantes opositores -entre ellos, adherentes del Movimiento Gremial y la lista A1- llegaron hasta el frontis de la casa de estudios para exigir el fin de la toma, pegando carteles, los cuales fueron rápidamente removidos por las feministas.
«Sé que pasamos a llevar a la universidad, y no me importa», le respondió una de las jóvenes que mantienen la toma al grupo de estudiantes disidentes. A pesar de ello, el intercambio se mantuvo en términos pacíficos y sin incidentes.
FEMINISTAS MANTIENEN TOMA
Representantes de las estudiantes que se tomaron la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica, ratificaron la medida de presión acusando casos de abusos y violencia machista.
A través de un comunicado de prensa que leyeron en las afueras del edificio, las manifestantes aseguraron que mantendrán la medida de presión de manera indefinida, luego de no llegar a acuerdo en una reunión con el rector Ignacio Sánchez.
La idea de las autoridades universitarias habían planteado que la toma se mantuviera sólo durante el fin de semana.
Incluso, el rector Sánchez no descartó el desalojo en caso que las alumnas mantuvieran la medida de presión en la Casa Central.
“Como Asamblea de Mujeres y Disidentas de la UC, estamos abiertas al diálogo y a las conversaciones para poder avanzar en las demandas de nuestro petitorio”, señalaron.
Pero además, sumaron a sus demandas a las trabajadoras subcontratadas del plantel de estudios superiores.
Por otro lado, acusaron amenazas, maltratos e intimidaciones por parte de estudiantes que están en contra de la movilización. En ese sentido, repudiaron las supuestas difamaciones que buscan “deslegitimar nuestras demandas”.
El jueves pasado, las alumnas presentaron un petitorio de 18 puntosque incluye la creación de un protocolo en la Universidad que reguarde a las estudiantes frente a casos de violencia machista; avanzar en una educación no sexista; ramos con enfoque de género, entre otras.
Destacar que la presidenta del Centro de Estudiantes de la carrera de Derecho, Magdalena Lira, planteó que esperan que se deponga la toma de manera de avanzar “en un ambiente de paz y dialogante” para que la Universidad Católica sea justa para los alumnos.
Quienes se han definido también como la disidencia a la movilización, criticaron la toma del recinto. Así lo planteó Javiera Rodríguez, vocera de los estudiantes, quien reconoció que si bien la casa de estudios debe avanzar en temas de género, la toma no es la forma para lograrlo.
SUMARIOS
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, informó que este domingo a las 17:00 se reunirá nuevamente con las estudiantes que realizan una toma feminista en la casa central del plantel.
Sánchez declaró que esperaba reunirse ayer con las jóvenes, situación que no se dio y que recién se concretará durante la tarde de este domingo.
La autoridad educativa dijo haberse sorprendido con la declaración que anoche leyeron las estudiantes, ya que no recogían los puntos que había puesto sobre la mesa y que habían acordado con las manifestantes.
Sobre el futuro de la toma, el rector subrayó que “no podemos descartar ninguna decisión” y que debe cuidar la comunidad y el patrimonio universitario.
Asimismo, sobre los sumarios que se podrían iniciar a quienes participan de la tema, dejó abierta la posibilidad de que estos se cursen desde el lunes.
“Le hemos dicho al movimiento que no se van a hacer sumarios viernes, sábado y domingo, y que más allá de este periodo yo no puedo asegurar nada. Después de las 0:00 de hoy cada situación que se produzca será analizada en su mérito”, indicó.
Añadió que espera que durante la cita de hoy haya una respuesta de la asamblea sobre los puntos de acuerdo que hubo en la última reunión. (El Mercurio-Bio Bio)
