La semana pasada el gobierno cedió a las presiones de parlamentarios de la Nueva Mayoría, que amenazaban con rechazar la glosa de gratuidad si no se introducían modificaciones que permitieran mejorar las ayudas a alumnos que no optarían a la gratuidad en 2016. Por ejemplo, pedían aumentar la cobertura de la Beca Nuevo Milenio, dirigida a estudiantes de CFT e IP.
El incremento se concretó y el Ejecutivo presentó una indicación para subir en $ 100.000 el monto del beneficio para los estudiantes de los cinco primeros deciles, pero puso a cambio exigencias para limitar el aumento de aranceles y comprometer el traspaso de las instituciones a entidades sin fines de lucro para ingresar a la gratuidad en el futuro.
Hay parlamentarios como el diputado Pablo Lorenzini (DC) que reconocen que “no es lo que queríamos, pero es un avance”. Y justamente las condiciones llevaron a Vertebral, cuyo presidente es el rector de INACAP, Gonzalo Vargas y que agrupa a los CFT e IP acreditados, a sacar una declaración pública donde advirtieron que no se sumarán al beneficio, que según el gobierno llegaría a 130 mil estudiantes. Así entonces, si las instituciones no aceptan las exigencias no se podría concretar la medida.
¿Cuál es el mayor cuestionamiento que hacen a la beca Nuevo Milenio II?
Que obliga a las instituciones a suscribir un compromiso para transformarse en entidades sin fines de lucro, pero no están definidos ni los plazos ni las condiciones para ello. Y ninguna institución va a aceptar estas condiciones si no está definido qué es lo que se le va a pedir en el futuro. Entonces deja abierto y eso podría comprometer la autonomía y desarrollo de los proyectos educativos y eso las instituciones no lo van a aceptar.
¿Saben si los parlamentarios apoyarán en la Sala esta postura de Vertebral?
Nosotros seguimos manteniendo la expectativa de que se establezca el aumento de la beca, pero sin las condiciones que se están estableciendo hoy día.
¿Cómo interpreta la intención del gobierno tras esta indicación?
Lo interpreto como fruto de una improvisación, porque estas indicaciones se hicieron el jueves en la noche y se votaron el viernes en la mañana y no hubo ningún espacio de diálogo ni de contrastar la postura con la de las propias instituciones. Quienes pensaron en esta solución no dimensionaron que las instituciones no iban a estar dispuestas a comprometer sus proyectos de futuro y su autonomía.
¿Qué pasará con la beca entonces, ustedes no están disponibles para aceptar las exigencias?
Así como se votó el viernes en la mañana y en estas condiciones no habrá beneficiarios con este aumento de beca, porque las instituciones no aceptaremos las exigencias y no estamos disponibles a menos de que haya modificaciones y se eliminen las condiciones. Creemos que la beca debe aumentarse en consideración de la vulnerabilidad del estudiante y de la acreditación de la institución. Lo que se está haciendo es una discriminación injusta y arbitraria contra miles de estudiantes vulnerables que estudian en CFT e IP.
¿Cómo dificulta esto el camino hacia la gratuidad?
Lo vemos como discusiones independientes, porque ahora corresponde que se presente un proyecto sobre educación superior y que ahí se haga una discusión completamente nueva.
El gobierno cambió las condiciones para que los CFT e IP se sumen a la gratuidad y ahora se exige cuatro años de acreditación…
Es como la décima vez que se cambian los criterios, hasta el jueves en la noche ese requisito no existía.
