El presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, afirmó que las fuerzas alineadas con el Presidente electo, José Antonio Kast, ya cuentan con la mayoría necesaria para presidir la Cámara de Diputados a partir de marzo de 2026. Sus declaraciones, emitidas en un podcast, causaron incomodidad en los negociadores de la derecha, quienes temen que este anuncio pueda entorpecer las tratativas en curso.
Actualmente, el bloque que apoyó a Kast cuenta con 76 escaños, necesitando solo dos votos adicionales para alcanzar la mayoría absoluta de 78. La estrategia de negociación, liderada por el actual presidente de la corporación, José Miguel Castro (RN), se ha centrado en captar a parlamentarios descolgados de la centroizquierda o independientes, manteniendo un perfil bajo para evitar contraataques del oficialismo saliente.
La relevancia de controlar la mesa directiva radica en la facultad de conformar comisiones legislativas y manejar los ritmos de la agenda de proyectos de ley, elementos cruciales para la gobernabilidad del próximo gobierno. Mientras Ramírez aboga por integrar al Partido de la Gente (PDG) en un acuerdo amplio, otros parlamentarios de su sector, como Agustín Romero (Republicano), llamaron a la cautela para evitar caer en la soberbia y arruinar los acercamientos.
Desde el progresismo, el diputado Raúl Soto (PPD) desestimó los dichos de la UDI calificándolos como un «bluf». Según Soto, existe una coordinación sólida desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista, y aseguró que ya han tendido puentes con el PDG para impedir que la derecha tome el control total del Congreso. (NP-Gemini-La Tercera)



