Fue en septiembre del año pasado cuando el presidente del directorio del Instituto Libertad (IL), Roberto Ossandón (RN), planteó sus dudas respecto de los estados financieros del centro de estudios que entonces dirigía Antonio Horvath.
Se trataba, explican en el instituto, de pérdidas que superaban los cien millones de pesos, producidos, entre otras cosas, porque luego que se destaparan los casos de financiamiento irregular de campañas las empresas dejaron de comprar los informes legales y de políticas públicas que realiza IL, bajando sustancialmente el volumen de sus ingresos, señala «El Mercurio».
Tras la reunión, explica Ossandón, se solicitó la renuncia de Horvath a la dirección ejecutiva, argumentando, entre otras cosas, que no avisó a tiempo que los problemas de financiamiento eran un asunto estructural que ya no podía enfrentarse en base a la proyección de los ingresos futuros.
En paralelo, se instruyó realizar una auditoría interna, cuyos resultados arrojaron que la deuda hasta diciembre de 2015 era de casi $110 millones; que más de $58 millones fueron utilizados en actividades distintas a las que desarrolla el instituto, y que el 80% de las actividades de capacitación y formación realizadas por la entidad se realizaron en el distrito 14, en el cual Horvath ha iniciado su campaña a diputado.
«Si uno analiza la cantidad de capacitaciones y eventos realizados por el Instituto, el 80% de ellos se hizo en el distrito en que Antonio Horvath quiere ser candidato a diputado. En esos eventos, las rendiciones de cuentas, como se ha podido comprobar, fueron muchas veces adulteradas: los asistentes no eran los reales, se falsificaron firmas y se imputaron gastos que no correspondían», dijo Ossandón, quien agregó que lo que más molestó al directorio es que, «además del desvío de fondos y gastos para la campaña de Horvath, se nos ocultaron las cifras reales de la situación del instituto, engañándonos burdamente».
Tras su salida del IL, Horvath asumió la coordinación del comité ejecutivo de Chile Vamos en diciembre pasado.
Tal como lo afirman en RN, el ingreso a esta instancia del presidente de la Fundación Avanza Chile, Andrés Chadwick (UDI), obligaba a buscar un equilibrio con la colectividad. Fue entonces que se decidió incorporar a Horvath.
La semana pasada, en tanto, el presidente de RN, Cristián Monckeberg, les comunicó a sus pares de la UDI, Evópoli y el PRI, que Horvath no continuaría en sus funciones porque debía dedicarse a asuntos personales y políticos.
Consultado sobre esta situación, Horvath afirmó que «en el directorio de mayo de 2015 avisé que se habían retirado aportantes por el equivalente de $63 millones anuales. Después, en el directorio de octubre, informé que aparte de los $63 millones que se habían retirado, se habían retirado $46 millones más. A pesar de que habíamos conseguido algunos aportes, teníamos menores ingresos anuales por $96 millones».
Horvath añadió que «lográbamos ingresos esporádicos que nos permitían salvar la situación financiera, quizás me hubiera gustado informar antes que esta era una situación absolutamente estructural y no pasajera. Eso influyó en mi salida».
El ex director del IL aclaró que «desconozco los resultados de la auditoría. Sin embargo, siempre informé a varios miembros del directorio y a todo mi entorno, del lugar por el cual busco hacer trabajo político. Fue una actitud de transparencia bastante clara. En mi trabajo de formación recorrí Arica, Antofagasta, Concepción, La Serena, Independencia, Recoleta, La Reina, Temuco, Santiago, Talca, entre otras zonas. Eso deja en claro que las actividades de formación se realizaron en los lugares en que se nos requería». (Emol)



