El papa León XIV realizará su primer viaje internacional entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre, con escalas en Turquía y Líbano. Aunque la agenda fue inicialmente diseñada por su predecesor, Francisco, esta gira se presenta como la primera oportunidad para que el nuevo pontífice muestre su estilo y prioridades en el escenario global, poniendo un fuerte énfasis en la diplomacia y el diálogo interreligioso.
El propósito general de la visita es transmitir un mensaje de paz, encuentro y corresponsabilidad internacional en un contexto de múltiples conflictos. El itinerario busca combinar la memoria histórica del cristianismo, gestos de acercamiento religioso y el apoyo pastoral a las comunidades cristianas vulnerables de Oriente Medio.
En Turquía, la agenda incluye un encuentro con el presidente Recep Tayyip Erdogan. Este primer encuentro diplomático servirá para que el papa subraye la urgencia de la paz global y continúe el diálogo constructivo que el mandatario turco mantenía con el Vaticano. La visita en este país se da en un momento en que Erdogan aspira a jugar un rol relevante en las crisis de Gaza y Ucrania.
Uno de los puntos más relevantes será la visita a Iznik, antigua sede del Primer Concilio de Nicea en el año 325, un evento teológico fundamental que unificó a cristianos de Oriente y Occidente y dio origen al Credo. La presencia del Obispo de Roma 1.700 años después es un gesto de acercamiento histórico con los cristianos ortodoxos, y se abordará la posibilidad de unificar la fecha de la celebración de la Pascua.
El componente interreligioso se destacará con la visita a la Mezquita del Sultán Ahmet, conocida como la Mezquita Azul de Estambul. León XIV se convertirá en el cuarto papa en ingresar a una mezquita, siguiendo el ejemplo de Benedicto XVI y Francisco. Este acto es visto como un paso más en el diálogo con el Islam y una importante exposición mediática para el nuevo líder espiritual.
En Líbano, el papa llegará en medio de las tensiones regionales exacerbadas por los bombardeos israelíes en el sur del país contra Hizbulá. Aunque el pontífice probablemente evitará abordar directamente la crisis, insistirá en su llamado a la paz y el desarme, buscando llevar un mensaje de cercanía y esperanza a las comunidades cristianas locales, que han sufrido intensamente a causa de la diáspora y la inestabilidad política.
Finalmente, en Turquía, donde la población cristiana es mínima, León XIV buscará en Erdogan un aliado para la protección de las comunidades católicas y cristianas, un tema sensible debido a la persecución histórica en la región. Su visita al templo ortodoxo siríaco de Mor Efrem es un símbolo de apoyo a la permanencia de la fe cristiana en el país. (NP-Gemini-EFE-Emol)



