Primer año de gobierno: balance y desafíos

Primer año de gobierno: balance y desafíos

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Hace poco más de un año presentamos ante el país nuestro Programa de Gobierno. Recogía los sueños y anhelos de miles de chilenos a los que escuchamos durante la campaña del Presidente Sebastián Piñera y, después de un intenso proceso democrático -que incluyó primarias, primera y segunda vuelta-, obtuvo un amplio respaldo de la ciudadanía para su implementación.

En este nos comprometíamos firmemente a tres cosas. En primer lugar, asumimos una misión: encaminar a Chile hacia el desarrollo integral, un concepto que es mucho más que crecimiento económico. En segundo lugar, nos comprometimos a avanzar mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos amplios, evitando la polarización y la crispación del debate público. Y, en tercer lugar, planteamos abordar un conjunto de reformas fundamentales en seguridad ciudadana, salud, educación, crecimiento y empleo y en la agenda social, en particular infancia y adultos mayores, prioridades que coinciden plenamente con las preocupaciones de la gente, como lo muestra la última encuesta CEP.

Culminando este 2018, ya es posible realizar un balance sobre lo que hemos hecho en esta primera parte. Partimos por hacernos cargo de temas urgentes que no podían seguir esperando. Por ejemplo, la vulneración de derechos de niños y niñas del Sename, el fuerte aumento de la inmigración irregular, la grave crisis de Carabineros y las discriminaciones hacia las mujeres, por nombrar algunos.

Retomamos el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y la sociedad civil, lo que se materializó en cinco Grandes Acuerdos Nacionales relativos a la seguridad ciudadana, la infancia, La Araucanía, la salud y el desarrollo integral. Estos ya están rindiendo frutos: hay 24 leyes surgidas de los acuerdos que hoy se tramitan en buena forma en el Congreso.

En paralelo, nos abocamos a poner a Chile en marcha. Tras cuatro años de estancamiento, era perentorio acelerar la economía, ya que el desarrollo integral se vuelve una utopía cuando el país no crece ni crea empleos. Así, mientras entre 2014 y 2017 el país creció 1,7% en promedio, este año lo hará al 4%, retomando la extraviada tradición de crecer más que el mundo. Asimismo, este año volvió a aumentar la inversión y la productividad y se crearon más y mejores empleos, la gran mayoría formales y con cotización previsional. Todo esto no fue casualidad; responde a un arduo trabajo que han llevado adelante distintos ministerios.

Asimismo, presentamos las reformas fundamentales en el Congreso para que pudieran ser debatidas con tiempo. Ya han ingresado a tramitación los proyectos de modernización tributaria, la anhelada reforma a las pensiones, la reforma administrativa a las policías y, de acá al fin del año legislativo, esperamos enviar la reforma a la salud y el proyecto de modernización laboral.

Lo anterior muestra que el año 2018 ha sido un año fructífero. Más allá de las dificultades, que no han sido pocas, con el permanente apoyo de Chile Vamos y la creciente apertura de sectores de la oposición, hemos podido avanzar en el cumplimiento de nuestros principales compromisos de campaña.

¿Qué se viene para 2019? Esperamos concretar las reformas que hemos sembrado en el Congreso, especialmente aquellas que se enfocan en la clase media (incluyendo, entre otras, las iniciativas de pensiones, salud, educación y la sala cuna universal), y poner en marcha nuestra principal promesa de campaña en materia social: la Red Clase Media Protegida.

Adicionalmente, continuaremos impulsando las reformas que permitan que nuestra economía no solo siga en marcha, sino que sea el motor de progreso para el desarrollo integral. Por eso, incentivar el crecimiento, la inversión y la creación de empleos de calidad con buenas remuneraciones seguirá siendo un objetivo prioritario de 2019.

Por último, seguiremos promoviendo el diálogo y los acuerdos amplios, especialmente en temas relacionados con la modernización de nuestras principales instituciones republicanas, como los ministerios y servicios públicos, Carabineros, las Fuerzas Armadas, Contraloría, el Consejo de Defensa del Estado, entre otras. Ese es un compromiso que forma parte de nuestro Programa de Gobierno, y que a la luz de las circunstancias, se hace urgente abordar a la brevedad, pues necesitamos una economía en marcha, políticas sociales vigorosas, pero, principalmente, instituciones sólidas y confiables que sustenten nuestro camino al desarrollo integral.

 

Gonzalo Blumel/El Mercurio

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