Presidente sin sectarismo

Presidente sin sectarismo

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Reconforta en estos momentos tristes ver las múltiples muestras de reconocimiento al Presidente Sebastián Piñera. Su muerte representa una gran pérdida y afortunadamente la mayoría de los chilenos así lo reconoce. Su empuje, optimismo, inteligencia, y espíritu democrático han sido ampliamente reconocidos.

Solo quiero poner en relieve una faceta de su carácter que quizás sea menos conocida. Era de esos escasos líderes políticos que no juzgaban a los demás por su domicilio político, sino por su interés de servir a Chile.

Estando políticamente en veredas opuestas, él, líder de la centroderecha y yo, militante del PPD en ese entonces, tuvo la valentía de proponerme que me hiciera cargo de la cartera de Energía en su primer gobierno. Me impactó su gesto, y no acepté solo porque consideré que en el ambiente de sectarismo político imperante habría sido un gesto incomprendido y hubiera perjudicado en lugar de facilitar la gestión en esa área de su gobierno. Pero en su actitud demostró que creía que para sacar adelante las soluciones a los problemas del país lo más valioso eran la voluntad de servir y la posibilidad de encontrarse, desde ideas distintas, en un denominador común en el camino al desarrollo.

Tuve, sin embargo, la posibilidad de apoyar informalmente en diversas áreas de su gobierno. Me quedaron grabados su capacidad de escuchar, la pasión por profundizar en temas nuevos, y el respeto profesional que siempre vi en su actitud. Todas ellas características escasas en quienes detentan el poder.

Simplemente, soy una más que lamenta la pérdida de quien integraba el magro grupo de líderes que representan las esperanzas de un mejor país. (El Mercurio Cartas)

Vivianne Blanlot