El 24 de abril de 1975, Cauas se dirigió a los chilenos por una cadena nacional, para anunciar lo que sería conocido como el Plan de Recuperación Económica, que tenía algunos objetivos inmediatos, pero que en el fondo buscaba sentar los fundamentos de la economía que llevaría a Chile a un nuevo modelo de desarrollo.
En su discurso señaló que el programa procuraba “erradicar la inflación”, mal crónico que se había agravado en los años anteriores. Ello implicaría “sacrificios” —que incluía reducción del gasto público y algunos impuestos—, pero como compensación traería la estabilidad económica que permitiría el desarrollo de Chile, lo acercaría a las ventajas del mundo moderno y permitiría ir erradicando la pobreza.
En la ocasión anunció, mostrando una visión de largo plazo, que “Chile volverá a ejercer el liderazgo que en otros tiempos tuvo en el continente y en el mundo”. El impacto del Plan comenzó a notarse de forma casi inmediata y tendría consecuencias visibles en los años siguientes.
Como señala la nota de “El Mercurio” de este sábado, Cauas fue “una figura clave de la estabilización económica” del país, y sus funciones públicas abarcaron diferentes ámbitos, que incluyeron la docencia universitaria y la fundación del Centro de Estudios Públicos (CEP).
La revolución económica que experimentó Chile hacia una economía de mercado tuvo diversos momentos y circunstancias: en el plano de las ideas, en la redacción de “El Ladrillo”, en las reformas legales e institucionales, su consagración constitucional y su vigencia en democracia a partir de 1990. En todo ese proceso, el Plan de Recuperación Económica de 1975 —liderado por el ministro Jorge Cauas— fue un hito crucial que requiere ser comprendido en su adecuada dimensión.
Alejandro San Francisco
Profesor Universidad San Sebastián y P. Universidad Católica de Chile; director de Formación, Instituto Res Publica