Estados Unidos reforzará su presencia militar en Medio Oriente para combatir al «Estado Islámico» (EI) con el envió de otros 1.800 soldados especialmente entrenados, informó el Pentágono.
Los efectivos desembarcarán en Irak para iniciar la arremetida y realizarán tareas de inteligencia para liberar a los rehenes.
Las operaciones de inteligencia se realizarán en colaboración con las fuerzas iraquíes y los Peshmerga kurdos, que combaten juntos, contra los yihadistas por la reconquista de Mosul.
El anuncio fue efectuado por el secretario de Defensa, Ashton Carter, desde la sede de la 101 división aerotransportada, desde donde alrededor de 500 hombres serán enviados a Irak a fines de febrero.
Otro grupo de 1.300 soldados de combate de la 2 Brigada será enviado posteriormente.
«Los asesinaremos o capturaremos donde los encontremos», prometió Carter, refiriéndose a los milicianos del «Estado Islámico».
Sin embargo, la reacción del premier iraquí, Haider Al-Abadi, no fue de las mejores: «no se necesitan de tropas de tierras extranjeras para el combate», precisó.
En cambio solicitó más armas, adiestramiento y apoyo al ejército iraquí de parte de los aliados internacionales de su gobierno.
El premier iraquí también advirtió que cualquier operación especial contra el EI en su país requiere de la aprobación previa de su gobierno y de la coordinación con las fuerzas iraquíes, en pleno respeto de la soberanía nacional.
El secretario de Estado, John Kerry, ha tratado de prevenir eventuales polémicas sosteniendo que Irak será informado con anticipación y que Estados Unidos cooperará consultándolos sobre el tipo de fuerzas enviadas, sobre la zona de intervención y sobre la naturaleza de las misiones de las fuerzas especiales estadounidenses.
Los comandos de Estados Unidos ya han realizado operaciones similares en el país: en 2006 asesinaron al líder de Al-Qaeda en Irak, Abu Musab al-Zarqawi.
Recientemente, junto con las fuerzas especiales iraquíes han realizado operaciones para liberar a 70 prisioneros a punto de ser ejecutados.
En esta última operación perdió la vida un soldado de Estados Unidos, el primero en caer en Irak desde que la Casa Blanca lanzó su campaña contra el «Estado Islámico» en agosto de 2014.
La ‘task force’ de Estados Unidos también podría realizar operaciones unilaterales en Siria, refirió Carter, quien la próxima semana se encontrará en París con sus colegas de Italia, Alemania, Francia, Holanda y Gran Bretaña.
«Todas las naciones tienen un interés significativo en completar la destrucción de esta organización malvada y debemos incluir toda la capacidad que podamos aportar en este campo», explicó.


