El senador del Partido Comunista, Daniel Núñez, abordó en entrevista con «El Mercurio» los desafíos que deberá enfrentar el Gobierno de cara a su último año de mandato. «Yo soy de la tesis de que tenemos que estar con los dos pies en la calle y los dos pies en La Moneda. No hay una contradicción no antagonismo. Todo lo contrario. El Gobierno, para avanzar en las transformaciones que requiere, tiene que tener los dos pies, los partidos oficialistas, en la calle».
Añadió que «En algún momento dije que el Gobierno hasta podía llamar a alguna fórmula de movilización, y eso fue cuestionado. Los gobiernos tienen el derecho de informar a la gente de lo que está pasando, de decirle a la ciudadanía si hay un proyecto de ley que los beneficie, que lo tiene que apoyar, y eso es parte del proceso democrático». Lea la nota completa en la nueva edición de El Mercurio.
REACCIONES
La declaración del senador Daniel Núñez no fue bien recibida por todo el espectro político, y miembros de la propia coalición de Gobierno llamaron a la responsabilidad. El subjefe de la bancada de diputados Independientes-PPD, Héctor Ulloa, manifestó que «en vez de estar con los pies en la calle y en La Moneda, es mejor poner los pies en la tierra. Creo que es una irresponsabilidad llamar a movilizaciones sociales para sacar adelante reformas como la de pensiones. Debieran existir otros caminos, como la presión de los partidos y el diálogo permanente entre el Ejecutivo y el Parlamento. Nuestra bancada se la va a jugar por ese diálogo, y por el convencimiento de nuestras posturas y no por la imposición».
El diputado Marco Ilabaca (PS) planteó que «efectivamente todos los gobiernos siempre deben estar en sintonía con lo que la ciudadanía piensa. Pero el exigir movilizaciones sociales para obligar los cambios creo que tiene cierto grado de irresponsabilidad, sobre todo viniendo de parte de una autoridad».
Asimismo, el diputado Raúl Leiva (PS) dijo que «la legitimad social en la toma de decisiones debe ser una dimensión ejercitada permanentemente por las autoridades. Es por ello que mantener un nexo permanente con organizaciones sociales y la ciudadanía es fundamental, siempre dentro del marco del orden público y construyendo un diálogo donde la tolerancia y el respeto sean ejes determinantes».
Por su parte, el jefe de la bancada de la Democracia Cristiana, Héctor Barría — partido que podría convertirse en un eventual aliado del oficialismo en el próximo proceso electora l— cuestionó: «¿En qué mundo vive el senador Núñez al promover movilización social? Los dos pies en la tierra, más que nunca». «La derecha ha logrado altos niveles de votación y triunfos en las últimas elecciones, la crisis de seguridad es el principal tema ciudadano ¡Política más en serio!», expresó Barría a través de X.
En esa línea, el diputado Eric Aedo (DC) señaló que «difiero absolutamente de lo que ha planteado el senador Núñez. Creo que decir que se va a estar con dos pies en La Moneda y dos pies en la calle es francamente un despropósito cuando se es Gobierno. Cuando se es Gobierno, se tiene que asumir de manera responsable y madura la acción de gobernar. Pero no se puede estar con una mano agitando socialmente al país y con la otra intentar gobernar. Me parece que ese es un acto de populismo típico del tercer mundo, pero no es de un país serio como pretende ser Chile».
Por otro lado, el diputado Cristián Labbé (UDI) señaló que «el senador Núñez quiere revivir el estallido social, lo que sin duda demuestra la desesperación de un PC que ya no tiene ninguna vinculación real con la gente. El llamar a movilizarse, en la forma que sea contra su propio Gobierno, es lo más irracional que se ha visto en el último tiempo».
Diego Schalper (RN) dijo que «el Partido Comunista nos notifica a través del senador Núñez que básicamente ya abandonó al Gobierno y por lo tanto ya nos está indicando que está armándose para ponerse del lado el día de mañana de una oposición obstruccionista como el Partido Comunista tiene capacidad de hacer, pero le queremos advertir al Senador Núñez que el país no le va a aguantar la condescendencia que muchas veces ellos han tenido con la violencia».
GOBIERNO
Sobre las declaraciones del senador fue consultada la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, en la vocería de este lunes. «Nosotros no somos opinólogos opinantes de cada declaración de los parlamentarios o partidos. Lo que podemos decir es que el Ejecutivo entiende que el desarrollo del país se hace con políticas públicas que se dialogan y acuerdan con amplios sectores, y eso implica al Parlamento, implica también a las organizaciones de la sociedad civil», sostuvo.
Y añadió que «por eso nosotros valoramos que hayamos podido cumplir junto con el sector público en un acuerdo para el reajuste del sector público. Por eso también destacamos que la presentación del proyecto de reparación de deuda histórica haya sido respaldado por la y los profesores».
Dicho eso, señaló que «entendemos el rol que juegan las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía para construir una mejor democracia. Pero sobre los dichos en particular, insisto, tienen que preguntarle a los parlamentarios o a los partidos que representan esos parlamentarios. Nuestra posición como Gobierno es que el diálogo y los acuerdos, no sólo del mundo político, sino que con el mundo social, son claves para avanzar en una mejor democracia».
Ante la insistencia sobre el fondo de la pregunta, respecto a si el Gobierno considera una fórmula el usar la movilización social para avanzar en sus reformas, Vallejo apuntó que «las organizaciones son autónomas del Gobierno y del Ejecutivo. Nosotros no usamos movilizaciones sociales, son las que determinan las propias organizaciones, que son autónomas del Poder Ejecutivo y del Estado, tanto gremiales como sociales, sindicales y por lo tanto, son roles totalmente distintos».
CARMONA
El presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, defendió las declaraciones del senador Daniel Núñez sobre el rol del Ejecutivo y su rol en la movilización social, y que han concitado críticas en el Congreso Nacional.
El timonel del PC señaló que «todos quienes alguna vez la habían sido parte de un movimiento social, asumo yo ya sea no solo en los trabajadores, en los estudiantes, en la expresión cultural, en lo que sea, van a asumir que no hay una contradicción entre la presencia en lo institucional con la presencia gremial, que son dos expresiones que no se antagonizan, sino que se complementan y pueden constituir, digamos, una corriente de opinión que aporta al debate de la sociedad en forma democrática».
En esa línea, aseguró que «no hay ninguna contradicción entre una cosa y la otra, cada uno tiene un espacio, un rol, ambas pueden mirar y converger en la perspectiva de una transformación positiva, democrática, etcétera, entonces creo que está muy bien planteado, digamos, esa formulación».
Acotó que «no se trata de que eso lo hagan quienes son militantes del Partido Comunista, estén en tareas de Gobierno, tú no vas a ver que lo vaya a practicar alguien en tareas de Gobierno. Esos están en el Gobierno».
Dicho eso, sostuvo que «las organizaciones sociales y la CUT, en particular, lo que reivindican y nosotros respetamos y respaldamos, es su independencia frente, no sólo al Gobierno, sino a cualquier Gobierno, a las religiones, a las distintas iglesias, a los empresarios, incluso a los partidos políticos, porque son organizaciones que tienen un sentido no sólo de unidad, sino de ser únicos».(Emol)
