En los últimos días hemos apreciado el nacimiento de distintos partidos políticos, como Amarrillos y Demócratas, que buscan habitar un espacio que pudiésemos denominar de centro. Un recorrido histórico por las últimas elecciones nos demuestra que partidos y candidaturas presidenciales han tratado de situarse en ese espacio para conquistar una mayoría social, pero esta ha sido más bien efímera.
La dificultad más importante que enfrentan será definir e identificar que es el centro político, para llenarlo de contenido y rasgos diferenciales con la derecha o la izquierda y, que estas características, singularidades, no sean solo expresión de un determinado momento o coyuntura política.
Cabe considerar que en España en los últimos 40 años han surgido diversos partidos con anunciada vocación centrista y liberal, que tienen alta visibilidad, buenos resultados en su comienzos, pero suelen terminar abruptamente por distintas causas.
Con todo, pareciera que existe una ciudadanía que se autoidentifica en el espacio del centro o moderación —un 37%, según CEP 2022—, pero teniendo en cuenta el caso español, son los políticos los que terminan abandonado ese espacio y los ciudadanos permaneciendo. (El Mercurio Cartas)
Tomás Duval Varas



